A preguntas del fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán, Cursach ha mantenido que tras el fallecimiento de su amigo el arma se quedó en su casa y la tuvo debajo de su cama "ocho o diez años" pero se olvidó de que la tenía allí. El empresario se enfrenta a una petición de un año y medio de cárcel por tenencia ilícita de armas.