España peca de escasa cooperación entre gobiernos, partidos lejanos a la gente y alta influencia de poderes ajenos
EUROPA PRESS
05/07/201114:41 h.La escasa cooperación entre las administraciones, unos partidos políticos alejados del ciudadano, la falta de controles internos para combatir la corrupción y una alta influencia de poderes ajenos a la política son los cuatro problemas principales de la democracia española, según un estudio de la Fundación Alternativas, afín al PSOE.
El Informe sobre la Democracia en España en 2010, presentado este martes en Madrid, concluye que el "viraje de 180 grados" en la gestión de la crisis económica del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dejado "un cierto vacío en el proyecto ideológico" del Partido Socialista, que deberá "intentar recomponer en los próximos años".
La directora del Laboratorio de Ideas de la Fundación Alternativas y ex presidenta del CIS, Belén Barreiro, ha explicado que estos informes que se vienen realizando desde hace cinco años, ponen de manifiesto las fortalezas y las debilidades de la democracia española.
PUNTOS FUERTES QUE SUBEN LA MEDIA
Entre los 'puntos fuertes' figura el reconocimiento unánime de los aspectos procedimentales de la democracia (las elecciones y el régimen de libertades), la convivencia entre los distintos grupos sociales, la estabilidad de los Gobiernos y la protección de la salud.
Entre las "debilidades" del sistema se cita la pérdida de poder ciudadanos frente a poderes ajenos a la política (surgidos del ámbito internacional o de la economía) y la lejanía de los partidos respecto de los ciudadanos, motivada por los sistemas de elección indirecta de los dirigentes.
En cuanto a la falta de cooperación entre administraciones, Barreiro opina que la sentencia del Estatuto catalán ha puesto en evidencia la necesidad de abrir una reflexión sobre el funcionamiento del Estado de las Autonomías. En su opinión, debe pensarse menos en la asunción de competencias y más en cómo gestionarlas para dar mejores servicios a los ciudadanos.
También se menciona la corrupción, que no se castiga en las urnas, algo que según Barreiro ocurre también en otros países. A su juicio, los controles externos (la Justicia) funcionan, pero lo que fallarían serían los controles internos y en este punto aconsejó auditorías y fórmulas para que los propios funcionarios "se vigilen unos a otros"
ESPAÑA, UNA DÉCIMA POR DEBAJO DEL BIEN
El informe repasa la evolución del país el año pasado en distintas facetas y concluye con una encuesta a un grupo de expertos académicos, que ponen nota a la democracia española. La media de este año es de un 5,9, lo que mantiene en torno al 6 la calificación, debido a que la muy buena valoración de las "fortalezas" de nuestra democracia.
Descendiendo al terreno de lo concreto, se concluye que 2010 fue "el año más difícil" de Rodríguez Zapatero, en el que su imagen "experimentó el mayor deterioro" desde que llegó al poder debido a que las reformas económicas terminan de dibujar el "viraje" de su gestión y empujan la pérdida de apoyo entre el electorado de izquierda.
"El Gobierno desplegó un amplio catálogo de razones con las que convencer a la ciudadanía de lo imprescindibles que eran los recortes", se explica en el documento, "pero quizá faltaba en el discurso cierto sustento ideológico, aquel con el que convencer de qué es lo que sigue definiendo a la izquierda en tiempos de crisis".
Con esta situación, se añade, la desconfianza en la capacidad de gestión del Gobierno "se mantuvo en una tendencia ascendente imparable" y por primera vez desde la llegada al poder de Zapatero, la mayoría de los españoles "valoraba como mala o muy mala" su labor, una caída "especialmente intensa" entre los votantes socialistas y los indecisos.
En paralelo, crece la ventaja del PP especialmente en la segunda mitad del año, se concluye también en este trabajo, aunque se achaca este ascenso no tanto a la capacidad de la oposición de "cosechar nuevos apoyos" como al deterioro del Gobierno. "La estrategia del PP se basó en la conocida máxima política de que las elecciones no las gana la oposición, las pierde el Gobierno", se dice en el informe.
También con respecto al PP, se señala que ha extendido su estrategia de crispación al Tribunal Constitucional y el poder judicial en general, que son empleados para deteriorar al Gobierno. "No es nada raro, es la estrategia típica de un partido en la oposición".