Fiscalía pide 20 años de cárcel por asesinato para el acusado de atropellar mortalmente a un joven de 20 años en Sevilla

En este sentido, fuentes judiciales han informado a Europa Press de que el Ministerio Público, en su escrito de acusación elevado al Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, pide para el imputado 20 años de prisión al entender que los hechos, que serán enjuiciados por un jurado popular, son constitutivos de un delito de asesinato.

Recientemente, el abogado del imputado, quien ingresó en prisión el 25 de febrero por presuntos delitos de homicidio y omisión del deber de socorro, solicitó su puesta en libertad bajo el argumento de que no hubo dolo en su actuación y que únicamente existió una imprudencia, a lo que se suma además que "no existe ningún testigo directo" de los hechos "que haya declarado que el atropello fuera intencionado".

El abogado del imputado ya ha pedido en varias ocasiones la puesta en libertad de su patrocinado, aunque en todas ellas dicha solicitud ha sido denegada, han indicado a Europa Press las fuentes consultadas.

Por estos mismos hechos, el juez llegó a imputar a otras tres personas por presuntos delitos de omisión del deber de socorro, aunque, a petición de la Fiscalía, decidió archivar la causa respecto a los mismos, todo ello después de que el médico forense que practicó la autopsia al cadáver declarara que, tras el atropello, la muerte se produjo de manera "prácticamente inmediata" y sólo transcurrió "un minuto".

Al entender que, en virtud del testimonio del forense, los tres imputados "no habrían podido hacer nada por salvar la vida" de la víctima, la Fiscalía pidió al juez que archivara la causa abierta contra estos tres imputados, y el magistrado así lo hizo.

LA DECLARACIÓN DEL ACUSADO

En su declaración ante el juez, el principal imputado aseguró que el atropello fue "fortuito" y que "no vio en ningún momento" al fallecido. Así, explicó que, la madrugada de los hechos, se encontraba en el bar 'La Trocha' junto a su mujer cuando, en un momento dado, la víctima comenzó a molestar a algunas mujeres que se encontraban en ese momento en el establecimiento, donde había en total de entre 12 y 14 personas.

El imputado precisó que el dueño del local "intentó tranquilizar" al finado e incluso le invitó a tomarse una copa, lo que éste rechazó, tras lo que se le instó a abandonar el bar. Según su relato, la víctima abandonó entonces el local y, una vez fuera y cuando estaban cerrando el local, comenzó a "aporrear la puerta", por lo que Jonathan salió para ver qué ocurría en compañía del dueño y el portero del bar.

En ese momento, el fallecido le agredió con un objeto punzante --al parecer una botella de cristal-- en el cuello y le hirió, por lo que se montó en su coche junto a los otros tres imputados inicialmente con la intención de dirigirse a un centro hospitalario.

El imputado, que reconoció que iba embriagado tras haberse bebido "entre ocho y diez copas" de ginebra, precisó que conducía el coche mientras se tapaba con la mano izquierda la herida ya que se estaba "desangrando", hasta que una vez pasados cien metros "sintió un impacto", por lo que paró el coche.

CONTRADICEN SU VERSIÓN

Tanto el portero como el dueño del local se bajaron del vehículo y le confirmaron que había atropellado a una persona, pero como vio que la víctima iba a ser socorrida por varias personas que se dirigían hasta el lugar, se dirigió nuevamente hasta el bar a petición de otro de los detenidos. Una vez en el local, y tras dejar al resto de ocupantes del vehículo, su mujer se subió al coche y se dirigieron al hospital.

El imputado señaló, como se ha dicho, que el atropello tuvo lugar en la calzada y no en la acera, aunque tanto la Policía Nacional como uno de los imputados inicialmente y un testigo aseguraron que el siniestro se produjo en la acera.