Floriano (PP) dice que losfiscales catalanes no actúan por "contaminación" del "nacionalismo radical"

El vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, ha atribuido este martes el rechazo de los fiscales catalanes a presentar una querella por la consulta soberanista del 9-N a las presiones de la Generalitat de Artur Mas y a la "contaminación" del "ambiente que el nacionalismo radical ha generado en Cataluña".

"Los fiscales de Cataluña no han hecho lo que tenían que hacer por el ambiente que el nacionalismo radical ha generado en Cataluña", ha dicho Floriano en rueda de prensa en la sede del Partido Popular Europeo en Bruselas.

"Toda la gente ve que allí se cometieron delitos y que la fiscalía en Cataluña, si no actúa, es por contaminación del ambiente y por presión de los poderes políticos de Cataluña", ha resaltado el responsable del PP. "El problema es que, el ambiente que ha generado la Generalitat y el ambiente que han generado los poderes oligárquicos y fácticos en Cataluña, han hecho todo lo posible para que, ante lo que a los ojos de todos los españoles son claros delitos, no interpongan la correspondiente querella", ha insistido.

Por ello, Floriano ha lamentado que "la Generalitat de Cataluña y todas sus terminales estén presionando a la fiscalía de Cataluña para que no haga lo que tiene que hacer".

En todo caso, el responsable popular ha asegurado que la consulta del 9-N fue un "rotundo fracaso". "El 70% de los catalanes dijeron que quieren seguir siendo españoles -catalanes y por tanto españoles-, frente a un escaso 30% que fue a participar en esa consulta participativa, en ese sucedáneo de referéndum", ha alegado.

RECONOCIMIENTO DEL PP EUROPEO A LAS REFORMAS EN ESPAÑA

Floriano ha participado en Bruselas en una reunión del Partido Popular Europeo en la que se ha decidido que el próximo congreso de esta formación se celebrará en Madrid los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 2015. A su juicio, esta decisión supone un "reconocimiento internacional" a las reformas realizadas por el Gobierno de Mariano Rajoy para salir de la crisis y reactivar el crecimiento, en la línea de lo ocurrido en la cumbre del G-20 en Australia.