Fracasan las negociaciones para formar un Gobierno de derecha en Holanda

El líder de los liberales (PVV), Mark Rutte, que encabeza el proceso de formación de Gobierno, dijo en rueda de prensa que los antimusulmanes (VVD) consideran que el CDA no es "suficientemente estable" como para proseguir las negociaciones.

El CDA, que esta semana ha tenido una crisis interna por las dudas que genera una cooperación con Wilders, lleva poco más de tres semanas negociando con los liberales (vencedores de las elecciones de junio) para formar un Gobierno de coalición con el apoyo parlamentario de los antimusulmanes, aunque éstos no participarían en el Ejecutivo.

El líder de los democristianos, Maxime Verhagen, se mostró profundamente "decepcionado" por el fracaso de las conversaciones, justamente cuando había conseguido acallar las críticas en su propia formación, dividida entre los partidarios y los contrarios a colaborar con Wilders.

Las división en el seno de los democristianos interrumpió las negociaciones a principios de esta semana, pero el grupo parlamentario consiguió finalmente unificar posiciones y decidió continuar negociando.

Sin embargo, Wilders afirmó a la prensa que el CDA no está en condiciones de ofrecer "garantías" de estabilidad y que la confianza de su partido en los democristianos "ha llegado a su límite máximo".

Wilders quería que los tres miembros del grupo parlamentario del CDA con más dudas sobre la colaboración con su formación renunciasen a su escaño, si el resto del partido aceptaba colaborar con los antimusulmanes.

Los liberales, el CDA y el VVD de Wilders cuentan con una apretada mayoría de 76 escaños en un Parlamento de 150 miembros, por lo que, si algún diputado se declarara disidente, la coalición perdería la mayoría.

El fracaso de las negociaciones se ha producido cuando están a punto de cumplirse tres meses de los comicios de junio, que dieron la victoria a los liberales, seguidos de cerca por los laboristas (PvdA), mientras que la extrema derecha antimusulmana arrebató el tercer puesto en el espectro político a los democristianos, quienes fueron los grandes perdedores.

Rutte es partidario de que su formación, vencedora de esas elecciones, elabore ahora un concepto de programa de gobierno que sea la base para que otros partidos se adhieran al mismo e intentar formar así una coalición.

Este método fue usado también por el laborista Wim Kok en 1994, lo que dio lugar a una coalición entre su partido, el VVD y los liberales de izquierda (D66).

Tras las elecciones del pasado junio, se intentó primero crear una coalición en la que los antimusulmanes también estuviesen presentes en el Gobierno, pero faltó el respaldo precisamente del CDA para que esa opción se llevara a cabo.

También fracasó el intento de alianza entre liberales, laboristas, liberales de izquierda y los verdes porque las diferencias ideológicas entre los dos primeros eran insalvables.

El fracaso de la formación de una coalición de derechas abre nuevamente la puerta del Ejecutivo a los laboristas, encabezados por Job Cohen, aunque necesitarían varios aliados para gobernar con una mayoría suficiente.