Garzón (IU) exigirá esta semana al Gobierno que aclare al Congreso las consecuencias de la ampliación de Morón

El Consejo de Ministros dio luz verde hace una semana a la presencia permanente de hasta 2.200 militares y 500 civiles en la base de Morón de la Frontera (Sevilla), con capacidad de desplegarse rápidamente en el norte de África ante eventuales crisis que pongan en peligro a ciudadanos e instalaciones de EEUU, España y otros miembros de la OTAN. Los cambios aprobados también permitirán aumentar hasta 26 el número de aeronaves norteamericanas que Washington podrá tener en la base sevillana.

En la actualidad, EEUU tiene en Morón una fuerza de 850 marines cuya presencia, desde el año 2013, venía siendo prorrogada de manera anual. Aunque en un principio Washington buscaba una base en el norte de Africa para esta fuerza de reacción frente a la amenaza del yihadismo en el Magreb y el Sahel, finalmente ha optado por España como base permanente, lo que requiere modificar el convenio bilateral de Defensa, de 1998.

Para Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), el nuevo estatus de Morón sitúa a España "en una estrategia peligrosa" al colocar esta base como centro desde el que Estados Unidos lanzarán operaciones bélicas, algo a lo que IU-ICV-CHA se opone "radicalmente".

Así lo señaló el portavoz del grupo parlamentario, José Luis Centella, quien considera que el PP carece de política exterior y se conforma con ser un "fiel seguidor" de Estados Unidos, y que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, actúa como "un funcionario más del Pentágono".

Izquierda Plural sospecha que el PP quiere "liquidar" la nueva situación de Morón antes de las elecciones generales porque saben que una derrota abortaría los planes. Sin embargo, la coalición no quiere que este asunto pase desapercibido y, además de pedir explicaciones al propio presidente, Mariano Rajoy, ha decidido que su cartel electoral asuma el debate preguntando al Gobierno en la próxima sesión de control.