Ibarra advierte de que el Estado del Bienestar ha educado "para la pasividad"

El expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra advierte de que "el Estado del Bienestar ha venido educando para la pasividad", en vez de para "una cultura de riegos razonables", que es la que se necesita "salir de la crisis".

Rodríguez Ibarra apuesta por un "nuevo sistema de educación" que no se limite a "transmitir información", sino que también enseñe a los estudiantes a "tomar iniciativas".

"Lo que hay que enseñar en las facultades, en los institutos, en los colegios, es a aflorar todas las capacidades que cada uno de nuestros alumnos puede desarrollar y no a educar para la pasividad", sentencia el exdirigente autonómico.

Rodríguez Ibarra aborda los defectos del sistema de enseñanza en una de las enmiendas que ha elaborado a la ponencia marco para el Congreso Federal de Sevilla, documento que se debatirá el próximo domingo en Madrid en el comité federal, del que el expresidente extremeño es miembro nato.

Se trata de una enmienda de adición, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que Ibarra advierte de que "por muchas leyes de calidad de enseñanza que se dicten, nuestros colegios y universidades no forman para generar iniciativas".

"No fomentan una cultura de riesgos razonables, no crean futuros actores de la nueva economía y de la sociedad, sino futuros asalariados en un mercado que acapara para los grandes grupos económicos la capacidad de innovar", alerta Ibarra, quien a continuación apostilla: "El conocimiento que concede una titulación no es garantía de innovación, que es lo que se necesita en la nueva sociedad y la condición necesaria para salir de la crisis actual".

EL CASO DE LA UNIVERSIDAD

Respecto al caso concreto de la educación superior, explica Ibarra que en el año 2010 la población universitaria española fue del 29 por 100, mientras que la media de la Unión Europea fue del 27 por 100, dos puntos por debajo.

Así, España tiene un millón y medio de estudiantes universitarios, "casi más que Alemania y que Francia, que tienen una población superior". Señala también Ibarra que en España funcionan 75 universidades, con 175 campus universitarios, "es decir casi a 5 universidades por región, que es una cifra bien elocuente".

Además, el precio que pagan los alumnos universitarios por su matrícula ronda los 900 euros, "pero en realidad el precio final del producto que se ofrece vale 8.000 euros", de modo que en la práctica "a los universitarios españoles el estado les subvenciona anualmente con 7.100 euros".

Apunta también Ibarra la circunstancia de que el 30 por ciento de los universitarios españoles abandona sus estudios a los dos años de estar en la universidad, lo que indica que "algo ocurre".

Para Ibarra "si en lugar de haber elegido el sistema universitario español cuatro años de estudios de grado, como han hecho sólo tres países de la Unión Europea", hubiera elegido "tres años, como han hecho veintiséis países de la Unión Europea, seguramente esos jóvenes, que a los dos años abandonan, por un pequeñísimo esfuerzo más se hubieran quedado y hubieran salido graduados".

"Pero aquí hemos elegido, en España, cuatro más dos, cuatro años de graduado y dos de máster", se lamenta Ibarra, quien plantea que el PSOE proponga cambiar dicha situación, a fin de que "la universidad española se adapte a lo que, en ese campo, han hecho la mayoría de los países firmantes del Pacto de Bolonia".