Una tragedia, una de las muchas que ETA ha provocado a lo largo de sus 50 años de historia, es según Jesús Eguiguren lo que ha llevado a Euskadi hacia la paz. El presidente de los socialistas vascos asegura que el atentado de la T-4, el 30 de diciembre de 2006, marcó un antes y un después en el devenir de la banda terrorista."La izquierda abertzale quería ya paz y vió que no fue el Gobierno quién rompió sino ETA. Entonces se produjo una especie de revolución interna". Eguiguren, que vivió en primera persona esos contactos, presenta ahora un libro sobre las conversaciones que mantuvo con la banda terrorista ("ETA las claves de la paz. Confesiones del negociador". Ed. Aguilar).
El presidente de los socialistas vascos dice que fue una iniciativa personal suya y de Arnaldo Otegi el comenzar a hablar. Querían, asegura, dejar un futuro mejor para Euskadi. Eguiguren confiesa que nunca ha hablado con el Presidente del Gobierno del proceso. "He hablado con otras personas porque un Presidente yo supongo que tiene que estar por encima de estas cosas". Y afirma que a ETA le ha llegado su hora: "Todo tiene un final -dice- y ETA también".
Pese a todo, Eguiguren dice que hay poco que celebrar "no se puede olvidar lo que ha pasado (...) pero la política dura empieza ahora", advierte. Y es tajante sobre el perdón "que sufran un poco más, que lleven más tiempo el pecado y que el día que pidan perdón, al menos, sea sincero. Ahora se que no es sincero. No pensarás que están arrepentidos de lo que han hecho. (...) Ahora hay que tener calma, tranquilidad, paciencia porque todo lo demás es falso".
