La Junta de Andalucía acusa al Gobierno de gestión "deficiente" en la crisis de los refugiados

En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, y el portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, han indicado que, después de que la presidenta, Susana Díaz, anunciara en el Parlamento andaluz a finales de abril que la Comunidad acogería a 25 refugiados en virtud de una comunicación que habían recibido de la Delegación del Gobierno, no se ha vuelto a recibir información nueva.

En cualquier caso, la consejera ha señalado que "la previsión de llegada de refugiados no se concreta en refugiados concretos" pues su llegada se gestiona a través de las distintas ONGs que están atendiendo a estas personas. "Si los 25 fueron los que llegaron, no lo sabemos con seguridad", ha dicho Sánchez Rubio antes de explicar que la Junta colabora con la Cruz Roja y que los 25 refugiados del anuncio de Díaz "eran vinculados a plazas de otras ONGs que lo gestionan con el Ministerio".

No obstante, ha indicado que "ya tenemos a 20 personas atendidos anteriormente en Málaga" y ha lamentado que el ritmo de llegada de estas personas "va muy lento y no responde a las necesidades que tienen en las personas que están en los centros de internamiento o en los campos de refugiados".

La titular del ramo ha aseverado que en Andalucía "seguimos con el compromiso de atender a las personas que el Gobierno de España decida" y para eso ofrece 150 plazas en albergues de Inturjoven, en convenio con Cruz Roja, que puede ser ampliables.

De su lado, Miguel Ángel Vázquez ha tildado de "insatisfactoria" la gestión que hace Europa de esta crisis humanitaria, y también la acción del Gobierno español que hace "una gestión muy deficiente" por haber participado en "el pacto de la vergüenza" con Turquía y por "no respetar" la petición de acoger 16.000 refugiados.

Con esta actitud, ha advertido, "deja el nombre de España en mal lugar" cuando es un Gobierno que está "de brazos cruzados, sin hacer lo que tiene que hacer" ante una emergencia humanitaria que "salta a la vista".