La Ley del Servicio Exterior potenciará las embajadas como 'agentes económicos' que promuevan la economía española

El Ministerio de Asuntos Exteriores tiene ya casi ultimado el proyecto de Ley de reforma del Servicio Exterior con la que pretende que las embajadas españolas actúen como verdaderos 'agentes económicos' para potenciar la economía española en el exterior, según informaron a Europa Press fuentes diplomáticas. Además, se pretende que otros agentes, como deportistas o personajes de relieve, contribuyan a vender la marca España fuera de nuestras fronteras.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, anunció en febrero pasado, durante su primera comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso, esta Ley cuyo objetivo es modernizar la estructura diplomática española para adaptarla "al siglo XXI".

Entre las intenciones de Exteriores está la de reorganizar el despliegue de las embajadas potenciando la presencia en países emergentes y con fuerte crecimiento, como el área asiática. Pero la idea global que impregna este proyecto es la de convertir a las embajadas españolas en la punta de lanza para vender la economía española y la marca España en el exterior.

Para ello, se contempla también incluir otros actores importantes en esta tarea, como son los deportistas de elite, que contribuyen a fomentar una imagen en positivo del país, u otro tipo de personas de relevancia internacional.

Además, Exteriores está cerrando un acuerdo con el Ministerio de Economía con el fin de que los consejeros económicos y comerciales de las embajadas pasen a depender orgánicamente del embajador, aunque reporten también a Economía, aumentando así la coordinación para hacer que todos los esfuerzos vayan en la misma dirección de potenciar la economía española en el exterior.

La apertura de las embajadas a las CCAA será otra de las cuestiones que se incluirán en este proyecto de Ley, dando cabida en sus instalaciones a representantes de las regiones, aunque esta es una de las cuestiones que ya había comenzado a ponerse en marcha, con el fin de ahorrar costes y aunar esfuerzos.

Se aborda asimismo la formación de los diplomáticos y se trata de potenciar la continuidad de los mismos en determinados puestos para aprovechar su experiencia en temas o regiones concretas.

García-Margallo recordó, durante su primera comparecencia como ministro ante la Comisión de Exteriores del Parlamento, que esta reforma la habían prometido "todos los ministros de Asuntos Exteriores desde el principio de la democracia", pero no lo habían logrado. Unos meses después se comprometió a presentarla antes del verano y en julio se supo que su presentación quedaba aplazada hasta después del periodo de vacaciones. Ahora, según las fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press, el texto está casi ultimado.

En aquella comparecencia, recordó que la red española en el exterior se compone de 118 embajadas multilaterales y 11 bilaterales, 183 consulados, oficinas técnicas de cooperación, las oficinas del Instituto Cervantes y delegaciones culturales.

Pero también expuso, a modo de ejemplo, que España tiene una embajada en Zimbabwe que cuesta entre un millón y un millón y medio de euros. En su opinión, con ese dinero se pueden abrir antenas en Zimbabwe, Uganda, Gambia, Zambia, Burkina Faso y Benín.

"Si logramos hacer una operación similar incorporando funcionarios diplomáticos y técnicos comerciales a las delegaciones de la Unión podremos redesplegar esos recursos en los países emergentes, en los países crecientes, fundamentalmente en las áreas como China", dijo para exponer cuáles eran sus intenciones sobre lo que puede suponer el redespliegue diplomático.