Llamazares cree que el Congreso reduce la etapa republicana a "una anécdota" mientras mantiene retratos de franquistas

"No es verdad eso de la reconciliación y no es verdad que se valore por parte del Congreso de los Diputados una etapa democrática como fue la etapa republicana", ha lamentado en declaraciones a Europa Press tras conocer la decisión de la Mesa de la Cámara de rechazar su recurso al traslado.

El busto de Azaña, donado por la fundación que tutela su legado, llegó al Congreso el pasado 28 de noviembre y fue el entonces presidente de la Cámara, José Bono, quien decidió colocarlo en el vestíbulo del Palacio, tras la Puerta de los Leones y enfrente de la estatua de la Reina Isabel II.

Sin embargo, el busto fue trasladado la pasada semana al Patio de Operaciones de la tercera ampliación del Congreso, al otro lado de la Carrera de San Jerónimo, donde estará acompañado por otras figuras de la II República como su primer presidente, Niceto Alcalá Zamora, cuya escultura aún no se ha recibido, y la defensora del voto de la mujer, Clara Campoamor.

Esta decisión ha sido calificada de "discriminatoria" por parte de Llamazares. "Discriminar una figura como Azaña fuera del Palacio del Congreso dice muy poco del nivel del Congreso de los Diputados, de su nivel democrático y de su voluntad de reconciliación", ha sostenido.

De hecho, ha recordado que el edificio principal de la Cámara sí que acoge el retrato de presidentes franquistas, lo que demuestra que "nunca ha habido ninguna voluntad de depuración y sí de que el periodo republicano sea meramente un anécdota".

La presencia de los cuadros de los presidentes de las Cortes franquistas Esteban Bilbao, Antonio Iturmendi y Alejandro Rodríguez Valcárcel en la galería de retratos del Palacio viene siendo cuestionada por IU-ICV, el PNV y otras minorías en las últimas legislaturas, sin que hasta ahora se haya decidido su traslado.