Maixabel Lasa cree que ataque al monolito de su marido demuestra que que "fanatismo e intolerancia" no han desaparecido

La directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Laxa, ha condenado el ataque cometido contra el monolito erigido en recuerdo de su marido, el político socialista asesinado por ETA Juan Mari Jáuregi y ha expresado su convicción de que actos como éste demuestran que "el fanatismo y la intolerancia no han desaparecido en este país".

En un comunicado, Lasa ha asegurado que "no se pueden cerrar los ojos ante algunas cosas que siguen ocurriendo y que merecen una reflexión política y moral". No obstante, ha advertido a los autores del destrozo que "tienen la batalla perdida pues cada vez que lo rompan, el monolito será recompuesto".

El ataque contra el monolito, es el cuarto que se registra desde su inauguración. El último se produjo la pasada semana y, como consecuencia, el monumento sufrió daños de consideración, que obligarán a su reconstrucción. Además los autores sustrajeron una parte de la inscripción conmemorativa.

Tras conocer la nueva agresión, Maixabel Lasa ha afirmado que el ataque "demuestra que el fanatismo y la intolerancia no han desaparecido de este país".

La Directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo ha recordado que "hay quien dice que estamos ante un cambio de era y que estas cosas pertenecen al pasado".

"Me gustaría que fuera así, pero también me gustaría que cuando ocurren estos episodios, aunque sean puntuales, la gente no se calle y diga lo que piensa, pues todos queremos mirar al futuro con optimismo, pero no se pueden cerrar los ojos ante algunas cosas que siguen ocurriendo y que merecen una reflexión política y moral", ha dicho.

El monolito, una estela discoidal que llevaba grabada la frase 'Los que te quisimos te recordaremos', fue levantado en el monte Burnikurutzeta, un paraje con el que el político socialista asesinado por ETA tenía una especial vinculación y en el que fueron aventadas sus cenizas. Situado en la confluencia de los municipios de Legorreta, Beizama y Tolosa, el lugar acoge cada año, coincidiendo con el aniversario de su asesinato, una ofrenda floral en su memoria.