Margallo defiende como un acto de "libertad de expresión" sus críticas por la mala imagen del Camp Nou

En la sesión de control al Ejecutivo en el Senado, el ministro contestaba así al senador del PNV Iñaki Anasagasti, después de que éste lamentara que al ministro le hubiera parecido "muy mal" lo que ocurrió en Barcelona pero que esté "encantadísimo" con las elecciones del mismo día en Venezuela, en las que el presidente Hugo Chávez logró la reelección.

"La libertad de expresión es un camino de dos direcciones. Hay quien se puede demostrar pidiendo la independencia en un partido de fútbol y hay quien puede decir que le parece que eso es un hecho indudable que perjudica la imagen de España", se ha defendido el ministro.

García-Margallo ha insinuado que, si él, democristiano, hubiera votado en Venezuela no lo hubiera hecho por Chávez, pero ha indicado que como ministro de un país que tiene que mantener relaciones con Venezuela tiene que practicar una "exquisita neutralidad".

Por eso, en su primera reacción a la victoria de Chávez, celebró que hubieran sido unos comicios "limpios", que el triunfo del presidente hubiera sido "claro" y que la oposición hubiera "ascendido notablemente" en los apoyos recabados.

García-Margallo también ha asegurado que hizo gestiones ante el Gobierno venezolano, aunque infructuosas, para que el Consejo Nacional Electoral invitara a las Mesas del Congreso y el Senado a enviar una delegación para observar los comicios, en lugar de cursar invitaciones individuales a los diputados y senadores que el organismo eligió.