Matas vuelve a ser recibido en la Audiencia Provincial al grito de "ladrón"

En la segunda jornada del juicio por los presuntos pago irregulares al periodista Antonio Alemany el goteo de los personados ha empezado pasadas las 9.30 horas. El exdirector de Comunicación del Gobierno balear Joan Martorell, la jefa del gabinete de Matas entre 2003 y 2004, María Umbert han sido los primeros en llegar.

La exsecretaria general técnica de la conselleria de Relaciones Institucionales, Dulce Linares, ha llegado sobre las 09.50 horas y tras ella han llegado Alemany y el administrador de la empresa Nimbus, Miguel Romero, que ha sido el último en llegar.

En la calle se han podido leer carteles como el que rezaba: "¿Qué es justicia? Matas no robarás ni matarás" que terminaba con "Sí a la cárcel pillarás, Pepino de España" y que tenía un pepino de verdad pegado al mismo. Precisamente, este martes está prevista la declaración tanto de Matas, como de Alemany, en el marco de la pieza número 2 de las 26 que integran el caso Palma Arena.

El exlíder del PP balear y exministro de Medio Ambiente es juzgado por presuntos delitos de malversación, fraude, falsedad en documento oficial, prevaricación y tráfico de influencias, por los que la Fiscalía Anticorrupción solicita un total de ocho años y medio de cárcel contra él, la misma pena que reclama la Abogacía de la Comunidad Autónoma.

En concreto, su cita con la justicia tendrá lugar ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma en una vista fijada, a lo largo de trece jornadas, hasta el día 31 de enero. Sin embargo, Matas no es el único acusado ya que junto a él serán enjuiciados el periodista Antonio Alemany, el exjefe de prensa de Matas, Joan Martorell, su exjefa de gabinete, María Umbert, la exjefa de gabinete de la Conselleria de Presidencia Dulce Linares y el director de la agencia de comunicación Nimbus, Miquel Romero.

El Ministerio Público y la acusación particular postulan que los acusados pactaron beneficiar de forma arbitraria e irregular a Alemany y a sus sociedades con fondos públicos que según los investigadores ascendieron a un total de 483.186 euros. Todo ello después de que el articulista acudiese a Matas en busca de una forma de retribuirle la elaboración de sus discursos e intervenciones públicas.