Mayor Oreja dice que el proceso entre el Gobierno y ETA exige una escenificación

Antes de intervenir en los cursos de verano de la Universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez, Mayor Oreja ha respondido así al ser preguntado por los supuestos permisos penitenciarios que en el centro de reclusión de Nanclares de Oca están recibiendo algunos presos de ETA que se han desvinculado de la banda terrorista.

"No se trata de perder mucho tiempo en cada una de las medidas, se trata de entender el proceso", ha señalado Mayor Oreja quien ha insistido en que se "ratifica" que el Gobierno y ETA están protagonizando ese proceso, en el que la "mesa de negociación" se ha sustituido por mediadores internacionales, y que debe tener "su traducción" en las elecciones municipales y autonómicas.

El ex ministro del Interior ha explicado que este tipo de procesos exigen "determinados gestos", una "escenificación permanente", y ha recalcado que esas medidas de política penitenciaria "no se pueden enjuiciar fuera de contexto" porque "significan una cosa en un contexto y otra en otro contexto".

Ha hecho hincapié en que ETA "no mata, no porque no pueda matar, sino porque cree que nunca ha estado tan mal España", tan "alejada" de la Constitución que rechazó en su momento y cree, por lo tanto, "que hay que poner toda la energía en la política" porque "se producen las condiciones para su proyecto de ruptura".

"Por eso está con otra vanguardia, en otro escenario, en otro modelo, en otra estrategia", ha manifestado Mayor Oreja quien ha argumentado que ETA no es sólo una organización terrorista, sino que es "un proyecto de ruptura" por lo que, "en la medida en que considere que hay debilidad de España, instala toda su energía en la política".

En ese sentido, ha señalado que ETA "no va a desaparecer" sino que "va a aparentar un final".

"Va a tutelar un proceso político, no va a desaparecer hasta que no haya autodeterminación. Entonces, puede dar la apariencia de un final, pero ETA tutelará", ha apostillado.

El eurodiputado del PP ha subrayado que no quiere que el final de ETA signifique el "debilitamiento de España". "Eso es un error, un disparate, una concesión, es un precio político", ha concluido.