Medio centenar de sirios se concentra frente al edificio de Liga Árabe en Madrid para denunciar "represión" del régimen

Los manifestantes reunidos han pedido la dimisión y han reclamado al Ejecutivo de Mariano Rajoy que expulse del país al embajador sirio en España, Hussam Edin Aala con frases como 'El pueblo quiere derrocar al presidente', 'No nos rendiremos hasta que se vaya' o '¿Por qué no abrís los ojos?'.

En declaraciones a Europa Press Televisión, el encargado de comunicación de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, Muyahed Aquel, ha asegurado que lo que ellos reclaman es "una acción más eficaz de la Liga Árabe" porque, hasta el momento, "simplemente da plazos pero no realiza ninguna acción".

A su juicio, la Liga Árabe debería "trasladar el problema a Naciones Unidas" porque "(el hecho de que) muera gente no está ayudando en el proceso", ha insistido Muyahed. La revolución comenzó hace más de nueve meses "contagiada" de la Primavera Árabe vivida en los países vecinos de Libia, Egipto o en Túnez y sin ningún trasfondo "ni étnico, ni ideológico ni religioso", según ha subrayado.

En este contexto ha añadido que cualquier persona que se manifieste en contra del régimen "sería reprimido y torturado sin juicio ni reconocimiento de ningún derecho". Según el encargado de comunicación de AAPS, toda la estructura de seguridad del régimen "tiene agentes e informadores" encargados de buscar nombres de quienes se manifiestan para presentar informes, que "son mandados a Siria para que se tenga constancia de ellos".

DENUNCIAN AMENAZAS Y REPRESIÓN

Los manifestantes han asegurado que la situación que se vive dentro del país es peor. Las protestas son reprimidas "con balas o bombas de clavos (...). Y no sólo eso, sino que después van recorriendo los hospitales para ver si queda algún herido y terminar con su vida", ha asegurado Muyahed, quien ha agregado que "incluso a los médicos se les prohíbe atender a manifestantes".

Uno de los manifestantes, Mohamed, ha afirmado que "todas las familias con algún activista están amenazadas". Incluida la suya propia, "me han llegado amenazas diciendo que me iban a llevar a Siria para enseñarme cómo comportarme". Sin embargo, ha aseverado: "miedo no tenemos, tenemos rabia y esperanza, de sobra".

La concentración convocada a las 12.00 de la mañana ha concluido una hora y media después con la lectura de un manifiesto, en el que se ha instado a la Liga Árabe a actuar urgentemente "para detener el derramamiento de sangre y no ser cómplice de este crimen genocida".