Moratinos cree que el caso Snowden es grave porque demuestra que se espían "entre aliados"
EUROPA PRESS
26/06/201320:54 h."Si entre aliados nos tenemos que espiar, imagine entre enemigos. Es grave", ha reflexionado en el acto de presentación de su primer libro, 'La lucha contra el hambre' (Turpial), en el que esgrime que es posible erradicar este problema con voluntad política.
El exministro socialista ha argumentado que el caso Snowden parece demostrar que algunos estados han querido "saber más que otros para engañarles", y ha sentenciado que esta crisis va a modificar la forma de trabajar a nivel internacional.
También ha cuestionado que las filtraciones de Wikileaks fueran un caso de transparencia e información a nivel internacional, porque ha criticado que los periódicos que accedieron a los cables de Estados Unidos trataron la información según su interés: "Cortaban partes y olvidaban otras partes".
Asimismo, ha lamentado que la diplomacia europea no haya abordado ni se haya posicionado con claridad tanto respecto el caso de Snowden como el de las filtraciones de la organización que dirige el australiano Julian Assange.
MEDIDAS COERCITIVAS
El exministro ha defendido que debería ser "obligatorio" para los países desarrollados que dedicaran el 0,7 por ciento del PIB a la cooperación internacional, y ha propuesto que sea un tema regulado en la Constitución española.
Moratinos ha argumentado que el 0,7 por ciento debería estar incluido en la Ley Fundamental igual que en su día se incluyó que en las constituciones se recogieran "los límites de déficit" de los Estados, una reforma constitucional que en España se aprobó con los votos de PSOE y PP.
El exministro ha defendido que llegar al 0,7 por ciento "no es una locura si hay voluntad política", y se ha preguntado por qué no pueden hacerlo países como España si sí lo están cumpliendo actualmente estados como Suecia y Noruega.
Moratinos ha advertido de que sin "textos legales coercitivos" no se conseguirá que los Estado desarrollados tengan un compromiso firme con problemas de alcance mundial como el hambre, y ha lamentado que, desde el fin del Apartheid, la comunidad internacional no tiene una noticia de la que alegrarse.