El PP contraatacará a Ciudadanos con su gestión en Andalucía para frenar el avance de Rivera en las generales

El PP contraatacará a Ciudadanos en la campaña electoral para las generales poniendo el foco en su gestión en Andalucía y su 'complicidad' con la socialista Susana Díaz. Su objetivo es frenar el crecimiento que las encuestas otorgan a Albert Rivera el 20 de diciembre, según han informado a Europa Press fuentes 'populares'.

Los 'populares', que están ultimando su estrategia de campaña, consideran que si el partido de Rivera ha hecho bandera de la regeneración democrática, hay conductas en Andalucía que muestran que es más transigente y su código de conducta contra la corrupción no se cumple tan a rajatabla en esta comunidad.

Eso sí, el PP quiere que ese ataque a la formación naranja se centre en hechos "concretos" y "fundamentados", de forma que no sea una crítica endeble que se vuelva contra ellos como un boomerang. Por lo pronto, el PP-A ya ha acusado a C's de haber copiado íntegramente su iniciativa de petición de comisión de investigación sobre el presunto fraude en las ayudas a la formación en Andalucía, que fue registrada con anterioridad a la de Ciudadanos. Esa propuesta del Partido Popular contó con el voto en contra de PSOE y C's.

Además, el PP ha reprochado a Ciudadanos haber cerrado un "acuerdo secreto" con los socialistas ante esa comisión de investigación, que se evidencia a su juicio en el hecho de que el PSOE-A haya apoyado que el citado órgano esté presidido por un miembro de Ciudadanos, concretamente el secretario segundo de la Mesa y diputado, Julio Díaz, quien años atrás fue concejal del PSOE.

El PSOE-A y C's firmaron un acuerdo anticorrupción, requisito previo para que la formación naranja apoyara la investidura de Susana Díaz, que recoge que no habrá ningún cargo público imputado por corrupción política. Eso derivó en su día en la renuncia de los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y del exconsejero de Presidencia Gaspar Zarrías, pero el PP quiere ver si C's exigirá el acta de dos diputados socialistas --José Luis Sánchez Teruel y Carmelo Gómez--, que ahora están 'señalados' por la Justicia.

Sin embargo, como en otras citas electorales, habrá un reparto de papeles, de forma que serán los miembros de la cúpula del PP los encargados de realizar los ataques y las críticas más duras a la formación de Albert Rivera, mientras que Mariano Rajoy apenas hará alusiones a este partido en sus mítines y centrará sus mensajes de campaña en la recuperación económica.

FRENAR QUE C'S SIGA PESCANDO VOTO URBANO

'Génova' es consciente de que Ciudadanos es un partido que tiene implantación en las ciudades, no en el ámbito rural. Por eso, el jefe del Ejecutivo va a intensificar sus actos en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia, Alicante o Murcia donde C's puede seguir 'pescando' más voto urbano a costa del PP, y sobre todo en las ciudades en las que más votos perdió en las pasadas autonómicas y municipales.

Fuentes de la dirección nacional consultadas por Europa Press reconocen que su principal temor radica en que Ciudadanos llegue al 20 por ciento de los votos, porque eso le daría una alta representación parlamentaria en las nuevas Cortes Generales que saldrán de las elecciones del 20 de diciembre.

Además, los 'populares' han detectado que el PSOE no está capitalizando el voto que está perdiendo Podemos estos últimos meses sino que buena parte de esos apoyos se trasvasan directamente a Ciudadanos, incrementando aún más la preocupación que se ha instalado en las filas del PP.

EL PP ESPERA SUPERAR EL 30% DE LOS VOTOS

Según los datos que maneja ahora el PP, Rajoy podría obtener en las generales alrededor de un 28% de los votos que podrían darle unos 125 escaños, mientras que el PSOE con el 24% no llegaría a los 100. Por detrás, Ciudadanos y Podemos con aproximadamente el 16 y el 14%, respectivamente.

No obstante, en la dirección nacional del PP consideran que los 50 días que quedan por delante hasta la cita con las urnas juegan a su favor y pueden llegar a rebasar el 30% de los votos, lo que les daría más de 130 parlamentarios en el Congreso de los Diputados. Su objetivo es que buena parte del 20 por ciento de indecisos que recoge la encuesta del CIS vuelva a confiar en la marca PP en los comicios de diciembre.