El PP lanza su precampaña europea entre las críticas al nuevo Gobierno

El "caso Gürtel" ha sobrevolado por la jornada de inauguración de la XIV reunión interparlamentaria de los populares debido a la presencia de tres de los implicados en la investigación: el tesorero del partido, Luis Bárcenas, el eurodiputado Gerardo Galeote y el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa.

Mientras los dos primeros han evitado hacer declaraciones a los medios, salvo para proclamar su "tranquilidad", el tercero ha asegurado que el caso es "absolutamente ajeno" a la Comunidad Valenciana, que ni el presidente autonómico, Francisco Camps, ni él están implicados y que en ningún instante ha pensando en dimitir.

También ha acaparado su cuota de protagonismo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, por supuestamente haber dicho en un almuerzo con parlamentarios galos que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "puede que no sea muy inteligente".

Para el responsable de Comunicación, Esteban González Pons, "puede que Sarkozy tenga razón", si bien ha reclamado defender a Zapatero de "burlas" como ésta.

En similares términos se ha pronunciado la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, quien ha evitado extenderse en el asunto, si bien ha dicho que "no es muy inteligente hacer daño a las familias", como a su juicio hace el Gobierno con su política económica.

La posible reforma del sistema de pensiones, un debate que ayer planteó el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, porque a su juicio hay en él "un problema de sostenibilidad", ha permitido al PP situar el arranque de su precampaña en el nuevo Gobierno, al que ha criticado reiteradamente.

Los populares han exigido actualizar el Pacto de Toledo para garantizar que los pensionistas cobran lo que les corresponde, y en este sentido, han solicitado la comparecencia urgente del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

Igualmente quieren saber hasta que punto la solvencia del sistema de la Seguridad Social corre peligro, pues Fernández Ordóñez opinó ayer que el superávit podría desaparecer este año.

Para Ana Mato, el jefe del Gobierno "es capaz de llevar a la quiebra" el modelo.

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha opinado que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, tanto el anterior como el nuevo, es el "Gobierno de la crisis", ya que ha agravado con su gestión la crisis económica, ha provocado una crisis social y ha generado otra institucional.

Chaves no ha quedado fuera de sus críticas. Según ha afirmado, con su incorporación al Gobierno el Consejo de Ministros "se ha convertido en un centro de jubilaciones anticipadas para dirigentes socialistas que no saben a qué dedicarse".

Mato ha reprochado al ex presidente andaluz que haya abandonado la comunidad autónoma para asumir "una vicepresidencia sin contenido", una declaración a la que se han sumado los dirigentes del PP andaluz.

Su secretario general, Antonio Sanz, para quien los andaluces están pagando la crisis económica y "la crisis interna del PSOE", ha señalado que es "absolutamente intolerable" que Chaves haya dejado "un vacío de poder" en la comunidad con su ingreso en el Gobierno, lo que debilita a Andalucía.

La que será la estrategia del PP en la campaña electoral para las europeas del 7 de junio la ha explicado Mato al promover cercanía con los ciudadanos, "calle, calle y calle", e invitar a la máxima movilización posible.

En su opinión, el PP parte con "una diferencia sobre el PSOE como nunca en su historia", a lo que contribuye la configuración de la lista electoral socialista, "un cementerio de elefantes", "una lista perdedora" que no genera ilusión. Y ha puesto como ejemplo la inclusión de la ex ministra Magdalena Álvarez.

González Pons ha incidido en esta tesis al asegurar que las elecciones europeas suponen, desde la perspectiva del PSOE, una oportunidad para los socialistas; en cambio, para el PP, se trata de "una oportunidad de los españoles".

En las críticas al Gobierno también tuvo su hueco la polémica sobre los chiringuitos, que ayer el Gobierno comenzó a desmantelar para enfado del PP, que se ha proclamado hoy defensor de los "chiringuiteros", en palabras de la portavoz en el Parlamento andaluz, Esperanza Oña.