PSE dice que el pacto con el PNV supone el "inicio real" de la legislatura tras la "atonía" del Gobierno vasco

El portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, ha asegurado que el acuerdo que suscribirán este lunes su partido y el PNV supone el "inicio real" de la legislatura, puesto que hasta el momento, el Gobierno autonómico ha permanecido en la "atonía".

Pastor, en declaraciones a los periodistas durante la Fiesta de la Vendimia que se celebra este domingo en Villabuena de Álava, ha subrayado que el pacto que se firmará el lunes no se limita a una reforma fiscal.

Por el contrario, ha explicado que la reforma tributaria acordada con los 'jeltzales' no es sino la herramienta necesaria para obtener recursos suficientes con los que impulsar medidas de reactivación económica y defensa de los servicios públicos.

Pastor considera que los compromisos recogidos en el acuerdo demuestran que el PSE "acertó" al rechazar el Proyecto de Presupuestos del Ejecutivo vasco, que finalmente tuvo que ser retirado por falta de apoyos.

El dirigente socialista ha destacado que el documento elaborado por 'jeltzales' y socialistas "demuestra que otra política es posible", y que, frente a la "miseria y los recortes" que caracterizaban al proyecto elaborado inicialmente por el gabinete de Iñigo Urkullu, "ahora se han acordado medidas para proteger la sanidad y la educación públicas". Pastor ha emplazado al PP y a EH Bildu a que se sumen al pacto, dado que éste "es bueno para el país".

PLAN DE PAZ

Por otra parte, ha invitado al Gobierno vasco a hacer "el máximo esfuerzo de consenso" para recoger "todas las aportaciones" que el PSE ha realizado al Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo.

Respecto al proceso soberanista de Cataluña y a la reacción del Ejecutivo central frente al mismo, ha advertido de que "este no es momento de órdagos", sino de hacer "política con mayúsculas". Pastor ha defendido la necesidad de iniciar un diálogo "sincero".

Además, ha asegurado que no basta con un diálogo entre los presidentes del Gobierno central y del Ejecutivo catalán, sino que es necesario "implicar a la sociedad catalana, a la española y a los partidos". "Probablemente haya que repensar toda la arquitectura institucional de España y también la propia Constitución", ha añadido.