El PSOE considera que Bruselas debe pagar los "graves perjuicios" que ocasiona el veto ruso a la agricultura aragonesa

Laplana ha considerado que "los agricultores y ganaderos aragoneses no pueden volver a ser los paganos de una crisis internacional", por lo que ha pedido a la presidenta Rudi que "sea contundente" y reclame respuesta inmediata por parte del Gobierno de Rajoy al veto ruso a la hora de solucionar el conflicto y reclamar las ayudas a la Unión Europea. "Ya vale de buenas palabras, de llorar y de decir que Madrid ni Bruselas no les ayuda: tiene que pasar a los hechos y considerar de una vez al sector agropecuario como un elemento básico para salir de la crisis, algo que hasta ahora, aunque parezca mentira, no lo ha considerado así", ha lamentado el parlamentario.

"Rudi, como presidenta de Aragón, es quien tiene la competencia para defender al sector agrícola y ganadero aragonés, y no puede quedarse de brazos cruzados mirando hacia otro lado mientras se hunden estos mercados que son fundamentales en Aragón", ha recordado Laplana, quien ha explicado que el año pasado la comunidad autónoma aragonesa exportó en el sector del porcino hasta 10 millones de euros, mientras que el 40 por ciento de las variedades de fruta dulce que se cultivan fueron para allí. Aragón, por ejemplo, es el mayor exportador de melocotón rojo a Rusia.

Las cooperativas aragonesas cifran en 110 millones las ventas de fruta a Rusia, mientras que el Gobierno de la nacional sólo cuantifica el impacto de las restricciones al mercado ruso en 337 millones de euros.

"Aragón es una de las comunidades más afectadas por el veto ruso y la presidenta Rudi no puede mirar otra vez hacia otro lado sin exigir medidas urgentes de apoyo ante una situación que se prevé muy preocupante para el sector primario. Y es que ya estamos cansados de que las intenciones se queden en buenas palabras y no se solucione nada", ha apuntado.

Por último, el diputado socialista ha querido recordar también la importancia del sector porcino genera más de 10.000 puestos de trabajo directos en nuestra comunidad más los que trabajan en la agroindustria y una producción final de 1.200 millones de euros, "un sector que está en crisis y que puede morir por la parte más débil: el integrado".