El PSOE recalca que las catalanas no son unas primarias para las próximas elecciones

Los comicios celebrados ayer han centrado la reunión de la permanente de la Ejecutiva del PSOE y, en rueda de prensa, Iglesias ha rechazado extrapolar los malos resultados socialistas a las próximas elecciones municipales o generales, ya que los catalanes "siempre" han votado de manera diferente en cada una de esas citas.

Según su primera lectura, y a falta todavía de una "reflexión profunda" sobre lo sucedido, los socialistas creen que la mayoría de sus votantes "se quedó en casa"; hubo un ligero trasvase de votos a CiU, pero nada al PP.

De hecho, Iglesias ha mostrado su extrañeza por que los populares estén tan satisfechos por el "pequeño crecimiento" conseguido al activar a todo su electorado y les ha recordado que en otros comicios obtuvieron mayor número de votos: "un 12 por ciento de los votos es un resultado respetable, pero es un 12 por ciento".

No ha querido comentar la posibilidad de que Carme Chacón releve a José Montilla al frente del PSC y, tras señalar que tiene la "mejor" opinión sobre la actual ministra de Defensa, ha recalcado que a los socialistas catalanes "no les falta gente en el banquillo" para asumir cualquier tipo de responsabilidad.

Iglesias, que ayer felicitó personalmente al portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida y espera hablar con Artur Mas, ha insistido en que los comicios han estado "extraordinariamente condicionados" por la actuación del tripartito y por la crisis económica, con el "reverdecimiento" de los problemas financieros en los últimos días.

El tripartito era "muy difícil de gestionar" porque "cada uno tenía su voz" y, en momentos de dificultades, los ciudadanos quieren gobiernos sólidos y cohesionados, por lo que han "castigado" a todas las formaciones del Ejecutivo.

Ese dato tranquiliza de algún modo a los socialistas, que ven que sus electores no han optado por otros partidos más a la izquierda.

No obstante, fuentes del partido han reconocido que se trata de unos resultados "malísimos" y "muy duros" para Montilla, que ayer estuvo en contacto permanente con la sede del partido en Ferraz y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

A pesar de reconocer que se deben explicar mejor las decisiones que se toman, Iglesias no ha visto necesario un cambio de estrategia en el Gobierno.

La crisis, en su opinión, afecta más a los gobiernos que permanezcan inactivos, lo que no es el caso del Ejecutivo de Zapatero, o a los que, actuando, no tienen capacidad de explicar por qué se pide a los ciudadanos determinados sacrificios.

A su juicio, si se explican bien los ajustes y las reformas, "los ciudadanos lo comprenderán, lo entenderán y además lo apoyarán".

Sobre la posibilidad de que CiU respalde ahora desde el Gobierno catalán las reformas del Ejecutivo central, ha destacado la responsabilidad que siempre ha mostrado esa formación y ha garantizado que se mantendrá el diálogo.

Iglesias no ha querido hacer comentarios sobre las primeras críticas de barones socialistas a la actuación del PSC en un "errático" tripartito, palabra utilizada por el presidente andaluz, José Antonio Griñán, y sólo ha señalado que ese análisis no es contradictorio con el hecho en Madrid.

Ha preferido elogiar la rápida reacción del PSC al reconocer su derrota y felicitar al ganador, porque los ciudadanos "siempre tienen razón" cuando votan y ha recordado que los socialistas han celebrado muchas noches electorales de "éxitos extraordinarios" con sus compañeros catalanes.

Tras apuntar que el PSOE sigue "a su lado", se ha mostrado convencido de que harán un gran esfuerzo para mantener el peso que tienen en los ayuntamientos y ha avalado la decisión del PSC de elegir al sustituto de Montilla en un congreso ordinario.