Piñera advierte del desprestigio de la política y pide respeto a la autoridad
AGENCIA EFE
15/09/201022:10 h."Estamos frente a una peligrosa paradoja; nuestros ciudadanos muestran un alto aprecio por la democracia, pero también expresan una creciente desafección por la política", señaló el mandatario ante el Parlamento chileno, reunido en sesión solemne para conmemorar el bicentenario del país.
"Esto es peligroso, porque no hay democracia sana con política enferma", recalcó el presidente en presencia de delegaciones de varios países sudamericanos y del Parlamento Europeo.
Al hacer un "llamado de atención sobre el distanciamiento que muchos chilenos expresan frente a lo público", Piñera también se refirió al "creciente debilitamiento al respeto que se debe a la autoridad".
"Es tarea y responsabilidad de todos recuperar el respeto a la autoridad legítima", enfatizó el gobernante, quien se comprometió a hacer su parte "no extremando el sistema presidencialista".
La principal "enfermedad de la que adolece la democracia chilena" es, a juicio de Piñera, su "falta de representatividad", motivo por el cual el Gobierno está impulsando la inscripción automática en el registro electoral, el voto voluntario y la reforma de la ley electoral.
Al repasar la historia reciente del país, Piñera se refirió al golpe de Estado que en 1973 encabezó el general Augusto Pinochet contra el gobierno del socialista Salvador Allende.
"Con objetividad y sin exaltación, creo que todos tenemos que concluir que ese quiebre no fue algo súbito ni intempestivo", afirmó.
"Ciertamente fue evitable, pero obedeció a una democracia que venía enferma de mucho antes; enferma de exceso de violencia, de falta de respeto al estado de derecho y de nula capacidad de diálogo. Y por eso mismo pienso que debemos saber aprender de nuestra historia", añadió.
El mandatario destacó la presencia en el acto de los otros presidentes que ha tenido Chile desde el restablecimiento de la democracia, Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, todos ellos miembros de la Concertación, la coalición de centro izquierda que desde hace seis meses está en la oposición.
Esta participación, dijo, "da cuenta de la solidez de nuestra democracia y de la madurez de nuestra amistad cívica, que superan con mucho las legítimas diferencias que nos distinguen por profundas que a ratos parezcan".
"Con este mismo espíritu de unidad", Piñera envió "un mensaje lleno de cariño y de esperanza a los pueblos originarios, y particularmente al pueblo mapuche".
En relación con la huelga de hambre que desde hace 66 días mantiene una treintena de presos mapuches que reclama una mesa de diálogo con el Gobierno, el mandatario hizo un reconocimiento de la responsabilidad en el atraso de las comunidades indígenas.
"Durante décadas hemos negado a nuestros pueblos originarios las oportunidades para su progreso material y espiritual, y para su plena integración a nuestra república", admitió.
Recordó que el Ejecutivo ha enviado al Congreso dos proyectos de ley para reformar la ley antiterrorista y restringir el ámbito de aplicación de los tribunales militares.
Pero advirtió que "con la misma fuerza" con que el Gobierno se está empleando para rescatar a los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en una mina del norte del país, "va a utilizar todos los instrumentos del estado de derecho para resguardar la integridad física de los comuneros en huelga de hambre".
El ayuno de los presos mapuches también estuvo presente en los discursos de la presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepulveda, y del presidente del Senado, Jorge Pizarro, quienes precedieron a Piñera en el uso de la palabra.
Sepúlveda, del minoritario Partido Regionalista Independiente, manifestó que al conmemorar su bicentenario, "Chile tiene algunas deudas que saldar, especialmente con nuestros hermanos mapuches, que ha conocido la guerra y la violencia".
En tanto el presidente del Senado, del opositor partido de la Democracia Cristiana, enfatizó que el Parlamento debe adquirir el protagonismo que requiere este situación, propiciando el diálogo e impulsando la "modificación pertinente de las leyes".
Al término de la ceremonia de homenaje a los 200 años de vida independiente de Chile, se hizo entrega de una medalla conmemorativa del Congreso al presidente Piñera y sus cuatro antecesores, así como a los representantes de las delegaciones parlamentarias de Argentina, Bolivia, Ecuador, Panamá, Paraguay y Europa que asistieron al acto.