Presidente TSJC espera que el "éxito" del 155 frene futuros intentos unilaterales de romper la convivencia

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, espera que el éxito que considera que ha supuesto la aplicación del artículo 155 de la Constitución tenga "un efecto inoculador frente a intentos unilaterales de ruptura de la convivencia como el vivido en Cataluña".

Se pronunció así --en lo que dijo ser una apreciación personal-- en su discurso en un acto celebrado el viernes en Alicante al recoger el premio de la Asociación Judicial Francisco de Victoria a la independencia judicial otorgado a los jueces que ejercen en Cataluña.

Barrientos valoró que la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno central, con el que entre otras cosas se cesó al Govern de la Generalitat, ha servido para el "reforzamiento del Poder Judicial y del Estado mismo".

Considera que el Govern cesado, encabezado por Carles Puigdemont, puso los valores constitucionales ante un riesgo extremo: "Han desbordado todos los límites constitucionales y estatutarios" al no hacer caso a los mandados del Tribunal Constitucional ni de otros tribunales.

También lamenta que entre los riesgos a los cree que el Govern puso a la sociedad catalana se incluía uno que afectaba directamente a los jueces, porque "llegó a articularse normativamente la desaparición del Poder Judicial en Cataluña, para mutar en otro poder judicial de incierta dependencia y configuración".

Barrientos dice que el 1 de octubre, con la celebración del referéndum de independencia, y los dos días posteriores, "los jueces se vieron sometidos a situaciones de máxima tensión" y, ese domingo, en previsión de incidentes, el servicio de guardia se mantuvo en casi todos los partidos judiciales a pesar de la oposición de la Conselleria de Justicia de la Generalitat.

REFORMA CONSTITUCIONAL

El lunes 2 de octubre el Govern anunció la creación de una comisión especial bajo la coordinación de esta conselleria sobre la violación de los derechos fundamentales el día anterior por parte del Gobierno, la Fiscalía y el Poder Judicial: "Era el mundo al revés, el Gobierno escrutando la labor de los jueces".

Frente a la actitud del Govern, Barrientos dice que los jueces catalanes, antes de la aplicación del 155, eran percibidos por momentos como "el único resorte de la legalidad constitucional", que asegura que siempre se mantuvieron a la altura.

Barrientos también valoró en su discurso que la brecha social abierta en Cataluña sólo se podrá reparar a través de la política y cree que lo más probable es que "ese diálogo o negociación política desemboque en una reforma constitucional, de mayor o menor calado".