Durante su intervención, Sáenz de Santamaría ha calificado de "honor" entrar a formar parte de este proyecto y se ha comprometido a asumir "cuanto antes" las tareas necesarias para "darle el impulso definitivo".
Una de las ideas con las que dice afrontar este reto, es hacer de esta conmemoración "un motivo de aliento para todos los españoles", trayendo a 2012 "ese espíritu de 1812, esos valores, esa capacidad de superación, renovarla y trasladarla" a la actualidad.