Mas y Santamaría sólo se saludan cordialmente en un acto judicial donde hablar no era "propicio"

"Este es un acto de otro estilo", ha justificadoante los periodistas a su salida de L'Auditori, donde se ha celebrado el acto de entrega de despachos de la 63 promoción de la carrera judicial, presidido por el príncipe Felipe, al que han asistido el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, entre otras autoridades.

Entre Mas y la vicepresidenta se ha podido ver solamente un breve intercambio de frases en la mesa donde ambos presidían el acto, un día después de que el presidente de la Generalitat hiciera balance de sus 100 días de Govern asegurando la "situación de emergencia" de las finanzas catalanas pone en riesgo el autogobierno.

También este miércoles habló el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegurando que el Estado dialogará pero siempre dentro de la ley, aunque sin aludir directamente a Cataluña.

TRIAS Y SANTAMARÍA

Las pocas palabras intercambiadas entre Mas y Sáenz de Santamaría han contrastado con la conversación que ha mantenido la vicepresidenta del Gobierno con el alcalde de Barcelona al finalizar el acto.

Según ha explicado el propio Trias a Europa Press, la charla se ha debido a que ambos mantienen una buena relación ya que coincidieron durante cuatro años en el Congreso, donde el ahora alcalde de Barcelona fue diputado de CiU

El Príncipe Felipe, que no ha hecho declaraciones sobre la imputación de su hermana, la Infanta Cristina, ni tampoco ha hecho referencia en su discurso, se ha fotografiado con los numerosos asistentes al acto, en el que han recibido su título 231 jueces.

TORRES-DULCE CON SOL

En la recepción, Don Felipe ha atendido y saludado a muchos de los presentes y se ha fotografiado con ellos, y a su partida ha intercambiado unas palabras con la vicepresidenta del Gobierno, siempre flanqueado por su equipo de guardaespaldas.

También se han saludado cordialmente al finalizar el acto el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, y el todavía fiscal superior de Cataluña, Martín Rodríguez Sol, que presentó su dimisión después de que el primero abriese un proceso para destituirlo por pronunciarse sobre una posible consulta sobre el futuro de Cataluña.