El Supremo decide continuar la causa contra el juez investigado en la trama ITV

El Tribunal Supremo (TS) ha decidido continuar la tramitación de la causa contra el juez del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) Joaquín José Ortiz Blasco, investigado por su presunta relación con la trama para la concesión irregular de licencia de ITV en Cataluña, y ha desestimado el recurso de apelación que el aforado interpuso contra la decisión del magistrado instructor, indica el auto del Supremo.

El Alto Tribunal abrió la investigación a Ortiz después de que el Juzgado de Instrucción 9 de Barcelona viese indicios de que podía estar realizando tareas de asesoramiento a empresarios del sector de las ITV, cuando éstos presentaron varios recursos en la Sala que él preside contra resoluciones relacionadas con la concesión de estaciones.

En el recurso que ahora desestima el TS, el juez pidió sobreseer el procedimiento de su investigación y, de no aceptarse, que se declarase la nulidad de las diligencias llevadas a cabo por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), de las intervenciones telefónicas y de los correos electrónicos, por falta de motivación.

El Alto Tribunal no ha estimado el recurso al considerar que sería un "error" confundir la investigación con la prueba y confundir la apertura oral con la sentencia, por lo que ha afirmado que sí caben las diligencias practicadas, y ha trasladado las actuaciones a la Fiscalía para que, en el plazo de diez días, solicite la apertura del juicio oral.

En el recurso, Ortiz afirmó que las diligencias de investigación concurrían en error, ya que se otorgó la competencia de investigación del delito a la SVA, cuando no se los reconoce como policía judicial y que, por lo tanto, se debía decretar la nulidad: "No serán procesalmente válidas las investigaciones practicadas fuera de su ámbito competencial", recogía el recurso.

Para el Supremo, la petición de la nulidad es "desproporcionada", ya que la actuación investigadora de la SVA no ha causado en ningún momento indefensión al acusado --que ha visto siempre respetados sus derechos en el proceso--, y en el recurso tampoco se especifica en qué consistieron dichas diligencias que se pretenden declarar nulas.

Respecto a las "graves irregularidades en la intervención de las comunicaciones telefónicas" que alegó el magistrado del TSJC, el Supremo explica que fueron autorizadas el 20 de marzo de 2012, por lo que deberá valorarse si aquella resolución estuvo adecuadamente motivada.

SUPUESTOS CONSEJOS

También afirma que no puede "compartir la queja" de que esté poco argumentado el delito que presuntamente cometió el juez, ya que sí que se explican los hechos y que supuestamente se aconsejó a miembros involucrados en la trama de las ITV.

Para el recurrente, ni su amistad con el empresario del sector de las ITV Ricard Puignou, ni las resoluciones dictadas por él, ni el contenido de las conversaciones intervenidas autorizan a concluir que existió el hecho de asesoramiento que se le imputa, aunque el Supremo cree que "el tipo penal se consuma por el asesoramiento incluso accidental".

Que Ortiz remitiera un borrador de escrito para un recurso contencioso a Puignou, que éste lo citara para comentar otro recurso tramitado en el tribunal que el magistrado preside, o que haya correos con particulares sobre recursos tramitados en dicho tribunal, constituyen "indicios razonables de asesoramiento", prosigue el auto.

El juez instructor empezó a sospechar al escuchar conversaciones telefónicas y testigos que indicaban que Ortiz pudo contactar con estos empresarios para buscar una fórmula más rápida y buena para tramitar los recursos relacionados con la concesión de estaciones de ITV.

Se trata de la trama en la que un grupo de empresarios pretendían supuestamente obtener concesiones irregulares de ITV, por la que también está imputado el exsecretario general de CDC y diputado del Parlament Oriol Pujol; su amigo íntimo y empresario Sergi Alsina; el encargado del Govern de elaborar un nuevo mapa de ITV Josep Tous, y los empresarios del sector de las ITV Sergi Pastor y Ricard Puignou.