Susana Díaz reclama diálogo "civilizado, democrático y razonable" ante el "problema real de encaje" de Cataluña

Durante el Pleno extraordinario para abordar la situación de Andalucía, Díaz ha reconocido que en los meses que lleva al frente de la Junta ha dedicado parte de sus esfuerzos como responsable público a posicionarse en relación con el debate territorial en España y muy concretamente en relación a "la deriva soberanista del Gobierno catalán".

Según Díaz, Andalucía, por su peso político y demográfico, por sus especiales relaciones con Cataluña, donde dos millones de ciudadanos catalanes tienen origen andaluz, "puede y debe jugar un papel importante a la hora de buscar soluciones a un problema que amenaza con convertirse en un conflicto de consecuencias muy negativas para todos".

"Hay un problema real de encaje de Cataluña que tiene raíces diversas, unas más antiguas y otras por la coyuntura de la crisis", según Díaz, para quien ese problema "nos corresponde a todos porque afecta a nuestra propia esencia como nación", apuntando que el camino a la independencia que pretenden algunos "no conduce a nada, al menos a nada bueno para nadie".

A su juicio, el camino a la solución ha de pasar por el diálogo y por las reformas "porque se equivocan los que puedan pensar que de esta situación vamos a salir sin hacer nada".

Susana Díaz ha expresado que es más necesario que nunca que "los que tienen las mayores responsabilidades de Gobierno empiecen a tomar esa senda de diálogo, que es imprescindible". "¿Qué otro camino hay que el de un diálogo civilizado, democrático y razonable?", se ha preguntado.

Asimismo, la presidenta ha expresado que Andalucía siempre ha sabido jugar un "papel de equilibrio y de moderación en estos asuntos, defendido siempre que se puedan reconocer identidades, singularidades, hechos diferenciales para que todo el mundo pudiera sentirse más a gusto dentro de España".

Al mismo tiempo, según ha agregado, Andalucía ha señalado que lo que es "innegociable es el principio de igualdad, de manera que cualquier ciudadano, haya nacido donde haya nacido, resida donde resida, pueda recibir los mismos y, con la misma calidad, servicios públicos fundamentales, se presten donde se presten".