El Tribunal de Cuentas explica mañana su política de personal tras las sentencias contrarias del Supremo

El Tribunal de Cuentas ha recibido varias sentencias contrarias por parte de la sala de lo contencioso administrativo del Supremo, tanto por casos generales sobre la relación de puestos de trabajo (RPT) como de trabajadores y directivos concretos, con acusaciones de irregularidades y de nepotismo.

El Supremo es el máximo organismo judicial y sus sentencias sientan jurisprudencia, por lo que Álvarez de Miranda, a instancias de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), va a explicar ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) las consecuencias de estas sentencias en la política de personal de la institución fiscalizadora.

El informe externo realizado por los tribunales de Cuentas europeo y portugués, presentado esta semana, ya puso de manifiesto la existencia de "tensiones" en el seno de la entidad española.

ORIGEN DISTINTOS Y MUCHO DIRECTIVO DE LIBRE DESIGNACIÓN

Álvarez de Miranda, que además de presidente tiene plaza de funcionario en la casa, sostiene que estas "tensiones" proceden del origen profesional de la plantilla, pues la mitad se han formado en el propio Tribunal y la otra son interventores que trabajaban en otros órganos de la Administración.

Además, la auditoría externa cree que hay demasiados directivos en relación con la plantilla, pues el Tribunal presenta una proporción de uno por cada cuatro trabajadores cuando debería estar en una media de uno por cada siete. Esto implica menos directivos o "más ejército".

Asimismo, y aun cuando se valoran las oposiciones para entrar en el Tribunal de Cuentas, se denuncia un uso excesivo del procedimiento de libre designación para la promoción interna. El propio Álvarez de Miranda prometió en su día aplicar el concurso público para los puestos de nivel 28 (jefes de equipo), 29 (superior a dos jefes de equipo) y 30 (subdirector general), tres categorías que actualmente son de libre designación.

El Tribunal de Cuentas tiene un déficit de personal, fundamentalmente en el área de partidos políticos, las actuaciones previas y las sedes territoriales, pero lleva ya cuatro años sin poder hacer oposiciones, más allá del 10% de la tasa de reposición por jubilaciones. La idea de Álvarez de Miranda es volver a convocar oposiciones y destinar la mitad de las nuevas incorporaciones a la unidad de partidos políticos, que ha tenido que echar mano de auditores de otras secciones.

Los tribunales portugués y europeo han avalado las contrataciones públicas de obras y servicios llevadas a cabo estos años, así como las últimas oposiciones convocadas. Por ello, la institución quiere dar por zanjada la polémica de las relaciones familiares en su seno.

El Tribunal de Cuentas no niega los parentescos, pero subraya que no vienen de los últimos años sino que se trata de personas que se incorporaron hace 15 o 25 años y que entonces no ocupaban los puestos de responsabilidad que ahora, con el paso del tiempo, han ido asumiendo.