El aniversario del 1-O se tiñe de protestas en Girona

Los CDR fuerzan la entrada, toman la delegación de la Generalitat. Buscan un simbólico trofeo. No les frena la presencia de los agentes de seguridad, que tratan de proteger el edificio, sin éxito. Ante la mirada pasiva de los Mossos, acceden a unas oficinas donde se sigue trabajando. Y por fin arrancan la bandera de España. En lo alto ondea ahora la estelada. Son los mismos que a primera hora toman la estación del AVE. Apenas dos Mossos protegen la puerta, frente a su determinación. Acceden 400 personas. Un mosso, brazos en la espalda, contempla su llegada al acceso a las vías. Las defiende la seguridad privada, pero los manifestantes arramblan con ellos y con la puerta. Toman las vías y paralizan los trenes. Ocho se han visto afectados. En el exterior los agentes tratan de cerrar las puertas. Ahora sí consiguen defenderlas a patadas. Las carreteras, otro de los objetivos. Abriendo paso a los coches al retirar las barreras del peaje de Martorell. O cortando esa misma autopista a su paso por Tarragona. Los conductores, irritados. Una jornada que empezaba de noche con amenazantes antorchas, frente a la comisaría de policía de Reus.