Puigdemont acusa al Gobierno de “fascismo” y denuncia la complicidad de Europa

Sonrientes, los exconsejeros Toni Comín, Lluís Puig, Clara Ponsatí y Meritxell Serret entraban al Palacio de Bellas Artes de Bruselas; a una sala que ha aclamado, –varas de mando en alto–, al expresidente Carles Puigdemont, quien ha recibido el abrazo de 200 alcaldes independentistas entre vítores y gritos de libertad.

El escenario elegido ha sido éste porque las instituciones europeas han cerrado sus puertas a este acto diseñado para denunciar a uno de sus Estados miembros, España, dibujada por los independentistas desde el atril como “un Estado totalitario” que “humilla” y niega los derechos humanos.

No obstante, en el turno de Puigdemont el ataque ha sido no solo a España, sino también a los mandatarios europeos: “Señor Juncker, señor Tajani, ¿es ésta la Europa que quieren? ¿Una Europa con un Gobierno en prisión?, ha preguntado, señalando directamente al presidente de la Comisión Europea y al del Parlamento Europeo respectivamente.

Los salpica de culpa y complicidad con lo que llama un “golpe de Estado”; con la aplicación del 155 de la Constitución. Pero, en su mitin preelectoral va mucho más allá... pasando por encima del sufrimiento de todo un país: “El fascismo español, ayudado por el nazismo, fusiló, ejecutó al presidente número 123 de la Generalitat de Cataluña”, ha dicho, comparándose a sí mismo con Companys e intentando resucitar el dolor de una España que superó cuarenta años de dictadura.