El 67 por ciento de los vascos pide que ETA se disuelva "antes de dar ningún paso"
EUROPA PRESS
28/06/201313:40 h.Según el último Euskobarómetro, realizado en función de las encuestas realizadas a 1.200 personas entre los días 7 y 27 mayo, casi nueve de cada diez vascos opina que en Euskadi se pueden defender todas las aspiraciones y objetivos políticos sin necesidad de recurrir a la violencia, con un incremento interanual de 11 puntos. Esta opinión mayoritaria es compartida por todos los electorados, aunque oscila entre el 68 por ciento de Euskal Herria Bildu y el 100 por ciento del UPyD.
Un 6 por ciento de los encuestados legitiman o justifican el recurso a la violencia. Según ha explicado su director, Francisco Llera, durante la presentación de la oleada de primavera de este estudio, "en esta ocasión, los votantes de la izquierda abertzale mantienen su decantación por la opinión, mayoritariamente, pacifista de la sociedad vasca, a pesar de que sigue habiendo una minoría (17%) que justifica el recurso a la violencia".
El barómetro constata un descenso de cinco puntos en el último semestre de las personas que muestran rechazo frontal a ETA, que alcanza un porcentaje del 59 por ciento. El apoyo remoto, de los que piensan que antes estaba justificada la violencia de ETA pero ahora ya no (16%) y los que comparten los fines pero no los métodos violentos (12%), experimentan un ligero avance semestral.
El apoyo explícito y total se limita al 1 por ciento de los encuestados en conjunto y al 3 por ciento en el caso del electorado EH Bildu. Del mismo modo, se reduce al 2 por ciento la justificación crítica de los que apoyan a ETA reconociendo sus errores, que es mantenida por el 10 por ciento de los votantes de la coalición abertzale.
En función de los datos de la encuesta, los votantes abertzales se sitúan entre los que dicen apoyar sus fines rechazando sus métodos violentos (42%) y el apoyo remoto (16%). Un 13 por ciento expresa su rechazo frontal, a pesar de su retroceso semestral de doce puntos.
Un 83 por ciento de los encuestados considera la trayectoria de ETA en los últimos 40 años muy o bastante negativa para el País Vasco, una opinión compartida en los tres territorios y en todos los electorados (desde el 42% de EH Bildu hasta el 100 por ciento del PP y UPyD).
Tras el "cambio de tendencia" detectado en el último semestre, se igualan la confianza (39%) y la desconfianza (41%) que los encuestados dicen tener en relación a la sinceridad de la predisposición de ETA y su entorno de poner fin a la violencia. En esta última oleada del Euskobarómetro retroceden nueve puntos los primeros y suman seis puntos más los segundos.
Solo los encuestados que simpatizan con EH Bildu se muestran mayoritariamente confiados (78%), mientras que todos los demás se decantan por la desconfianza, con desde el mínimo del 42 por ciento del PNV al máximo del 86 por ciento de UPyD.
En la misma línea, la voluntad de la izquierda abertzale para aceptar las reglas del juego democrático es vista con confianza por el 43 por ciento (-3 puntos en el semestre) y con desconfianza por el 37 por ciento (+2 puntos).
En este contexto, se produce un aumento semestral de siete puntos entre los encuestados que consideran insuficientes los pasos dados por ETA, hasta un total del 60 por ciento, y un retroceso de nueve puntos de los que se muestran satisfechos, una de cada tres personas.
En cuanto a los pasos de la izquierda abertzale, califican de insatisfactorios sus últimos movimientos la mitad de los encuestados (+9 puntos en el último semestre), frente al 41 por ciento que los valoran (-8 puntos).
La encuesta también analiza las diversas medidas planteadas para cerrar el ciclo de la violencia en el País Vasco, en palabras de sus responsables, con un "amplio consenso en cómo abordar el final del terrorismo: entre la firmeza y la generosidad para la reconciliación", sin cambios significativos respecto a la anterior oleada.
De este modo, para más de las tres cuartas partes, tras un incremento interanual de 10 puntos, "se debe hacer justicia con las víctimas de ambos lados". Esta opinión es mayoritaria en todos los electorados, aunque oscila desde el 53 por ciento de los votantes del PP al 84 por ciento de los de EH Bildu.
El 77 por ciento, casi la misma proporción que hace seis meses, opina que "para un buen final del ciclo de la violencia en el País Vasco no debe de haber ni vencedores, ni vencidos". Esa misma mayoría exige, de forma estable, que "ETA y sus activistas deben reconocer el error de su historia de violencia y arrepentirse de su pasado", una propuesta que "divide" al electorado de EH Bildu con un 43 por ciento a favor y un 27 por ciento en contra.
Además, considera que "ETA debe aclarar la autoría de los más de 300 atentados que están pendientes de juicio" el 67 por ciento de los encuestados, incluido un 31 por ciento del electorado abertzale. El mismo porcentaje coincide en que "se le debe exigir a ETA su disolución incondicional antes de dar ningún paso", con el desacuerdo del 47 por ciento del electorado de EH Bildu. Esta demanda experimenta un avance semestral de cinco puntos entre la totalidad de encuestado.
Como hace seis meses, se mantiene la divergencia sobre la afirmación de que "las exigencias de las organizaciones de víctimas puedan ser un obstáculo para la paz definitiva", que logra el respaldo del 51 por ciento de los ciudadanos, frente al 27 por ciento que se muestra en desacuerdo.
NEGOCIACIÓN CONDICIONADA
Aunque continúa el apoyo "casi unánime" a una eventual negociación entre le Gobierno y ETA (85%), se invierte la tendencia del semestre anterior al reforzarse en tres puntos la preferencia por una negociación condicionada a que ETA abandone previamente las armas (45%), mientras que se reducen en cuatro puntos quienes apuestan por una negociación incondicional.
Se mantiene "una minoría estable" de algo más de uno de cada diez vascos que rechazan cualquier tipo de negociación, aunque solo es apoyada por una parte significativa de los electorados popular (40%), de UPyD (15%) y socialista (21%).
Algo menos de dos de cada cinco vascos piensa que todos los terroristas que se arrepientan y expresen su decisión de abandonar las armas deberían beneficiarse de las medidas de reinserción social, tras un ligero retroceso semestral de cuatro 4 puntos. Por el contrario, suben ocho puntos quienes opinan que sólo podrían aplicarse a aquellos que no tengan delitos de sangre (37%). Menos de uno de cada cinco no están dispuestos a perdonar y creen que unos y otros deben cumplir íntegramente sus penas, tras un retroceso semestral de cuatro puntos.
En cuanto al rechazo a las medidas de reinserción por parte de algunos colectivos de víctimas, el 43 por ciento considera que estas opiniones son aceptables (-11 puntos en el último semestre) y el 36 por ciento las rechazan (+9 puntos). Aunque puede haber "muchas lecturas" de esta evolución, Llera ha señalado que podría deberse a que, a medida que la sociedad vasca se "aleja" de la preocupación de la violencia con el paso del tiempo, la necesidad de "borrar de nuestro imaginario colectivo" es importante.
Esta misma situación, ha opinado el director del estudio, hace que se incremente la "decepción" y la "desconfianza" en las posturas de ETA y de la izquierda abertzale.