Las conexiones internacionales de la celula yihadista, una prioridad para la investigación

El terrorismo cruzó Las Ramblas de Barcelona pero en realidad su recorrido fue mucho más largo. En las fronteras se centran gran parte de los esfuerzos de la investigación; empezando por la francesa. La cruzó un coche: el utilizado en Cambrils. Ahora París, que bien conoce lo que es enfrentarse al terror, tiene que colaborar con la policía española. También Suiza. Los medios de comunicación aseguran que por Zúrich pasaron dos de los terroristas a finales de año. De momento no se sabe ni por qué ni con quién contactaron.

Más allá, mucho más sospechoso es el viaje del imán de Ripoll, del líder de la célula yihadista, a Bélgica.

Mientras se preparaban los ataques de Bruselas, él vivía en Vilvoorde, cerca de Molenbeek, nido de yihadistas europeos.

Antes de ser el imán de Ripoll, intentó regentar una mezquita de la localidad, pero no se lo permitieron: levantó demasiadas sospechas.

En Marruecos parecía convertirse más cómodo el predicador salafista. Lo visitó varias veces, como otros de los jóvenes poco antes de cometer el atentado. Lugares aparentemente inconexos que pueden guardar algunas claves del atentado de Barcelona.