El fiscal constata que Millet desvió dinero del Palau para actos electorales de CiU

El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled ha constatado que el expresidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, desvió al menos 13.000 euros de la institución cultural para financiar la campaña municipal de CiU en 2007 en l'Ametlla del Vallès (Barcelona), donde reside.

En la exposición de su informe final este lunes en el juicio del caso Palau, Ulled ha resaltado que Millet era libre de aportar dinero para el partido que quisiera, pero el problema es que "lo hizo a cuenta" del Palau de la Música.

El fiscal ha señalado que no tiene pruebas de que el que era presidente de la sección local de la formación, Esteve Escuer, supiese que ese dinero que reconoció que Millet le dio en efectivo fueran fondos públicos: "Si no, estaría aquí sentadito", ha añadido, en referencia a que se hubiera querellado también contra él.

El fiscal ha desvelado que se encontraron recibos de 1999 que acreditan que Millet dio al menos tres partidas más de dinero a CiU de l'Ametlla del Vallès, pero no se ha podido acreditar que fueran fondos del Palau, aunque el fiscal cree que sí, dado el proceder habitual del entonces mandatario de la institución.

CiU recibió este dinero al margen de la trama principal de supuesta financiación ilegal de CDC en el caso: la que presuntamente se produjo a través del Palau con el supuesto cobro de 6,6 millones de euros en comisiones ilegales de la constructora Ferrovial a cambio de concesiones de obras públicas, y que el fiscal prevé detallar el martes en la continuación de sus conclusiones.

ÀNGEL COLOM

El fiscal también ha aludido a los 75.000 euros que Millet entregó al que era presidente del Partit per la Independència (PI), Àngel Colom, que testificó en el juicio que no sabía que procedían del Palau de la Música y que Millet se lo dio como "mecenas".

Ulled ha ironizado con que o Colom no sabe lo que es un mecenas o bien "se considera un artista", porque lo que sostiene que fue una entrega de dinero a un partido, en lo que ha calificado, otra vez irónicamente, como mecenazgo político-intelectual.