El jurado declara no culpables a los hermanos acusados de matar al portero de una disco en Maracena (Granada)

En la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada, donde el juicio comenzó el pasado lunes 15 de octubre, la joven designada como portavoz ha dado lectura a un veredicto en el que el tribunal popular ha considerado que no existen pruebas definitivas de que los hermanos, Juan Ramón M.M., de 46 años, y Anastasio M.M., de 45, estuvieran en el día y el lugar de los hechos, y que ha habido "contradicciones" en los testigos sobre el presunto autor del apuñalamiento, por lo que en este caso "debe prevalecer su presunción de inocencia".

Tras hacer pública el jurado su decisión, la magistrada-presidenta ha comunicado a los dos procesados que podrían abandonar la Sala, ya que se dictará sentencia absolutoria a su favor. Los hermanos han dejado junto a miembros de su familia la Real Chancillería, y en el exterior todos se han abrazado por el resultado.

El Ministerio Público les atribuía un posible delito de homicidio, mientras que la acusación particular, que ejerce la viuda de la víctima, de nacionalidad rumana, les imputaba un delito de asesinato, por el que solicitaba 15 años de cárcel. La defensa, por su parte, la libre absolución de los procesados, al entender que no existían evidencias de su participación en lo ocurrido.

Los hechos enjuiciados se remontan a la noche del 16 de agosto de 2007, durante las fiestas de Maracena, donde tuvo lugar un incidente en la puerta de una caseta-disco, a la que varios hermanos de etnia gitana, apodados 'Los Mones' o 'Los Mocos', querían entrar en el local y los porteros, entre ellos Robert M., que entonces tenía 32 años, se lo impidieron. En el incidente hubo, según la acusación del fiscal, algunos empujones hasta que al final 'Los Mones' abandonaron el lugar "no sin decirles antes a los porteros que los tenían que matar".

Así, sobre las doce de la noche del 18 de agosto de 2007, se originó de nuevo una trifulca, al parecer con la presencia de algunos de 'Los Mones', y comenzó una "sucesión de empujones y golpes", en el transcurso de los cuales alguien se dirigió a Robert M., al que una o varias personas apuñalaron hasta causarle la muerte.