La emperatriz de Japón recibe a Hillary Clinton en calidad de ex primera dama

Clinton llegó esta tarde en coche hasta una de las puertas del Palacio Imperial, donde la esperaba la emperatriz, que la saludó con un beso en cada mejilla y un abrazo, práctica nada habitual en Japón.

Las dos mujeres, que ya habían coincidido en dos ocasiones cuando Bill Clinton era presidente de Estados Unidos, no se veían desde 1996, año en el que también se encontraron en Japón.

También Michiko y su esposo, el emperador de Japón Akihito, fueron recibidos por el matrimonio Clinton en Washington en 1994.

Esta vez, fue Hillary Clinton quien expresó desde Estados Unidos su deseo de volver a ver a la emperatriz.

Hoy ofrecieron gestos de alegría por el reencuentro y, cogidas de la mano, posaron ante los periodistas para dirigirse hacia el interior del Palacio, donde juntas tomaron el té y conversaron durante más de una hora.

La jefa de la diplomacia estadounidense llegó ayer por la tarde a Japón para comenzar su gira por Asia, que la llevará también a Indonesia, Corea del Sur y China en los próximos días.

Antes de ver a la emperatriz, Clinton visitó hoy el Templo Meiji de Tokio y se reunió con los ministros nipones de Exteriores y Defensa, así como con familiares de ciudadanos japoneses secuestrados en los años 70 y 80 por el régimen norcoreano.