Ha recibido los insultos de los independentistas, han pedido su dimisión, le han machacado por participar en manifestaciones de Sociedad Civil Catalana, pero Borrell vuelve a plantar cara al independentismo tras tachar de irresponsable el llamamiento de Torra a asumir la vía eslovena, no en vano, provocó decenas de muertos. Tras animar a los CDR a presionar, el president de la Generalitat ha vuelto a dar un peligroso paso en falso.