El 85 % de los españoles cree que la corrupción está muy extendida
INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS
06/07/201111:54 h.Por colectivos, 'ganan' de calle los políticos, (86,6 por ciento) y más lejos quedan los empresarios (69,3 por ciento) y los jueces (52,9 por ciento). De hecho, cuatro de cada diez no cree que sea injusto pensar que los políticos son corruptos o que no persiguen la corrupción entre sus miembros. En una escala de corrupción del 1 al 10, el porcentaje más alto se lo lleva el PP (6,95), seguido de Coalición Canaria (6,72) y del PSOE (6,41).
Eso sí, todo cambia cuando se trata de cómo un funcionario debe tratar a un familiar nuestro. La posición mayoritaria, en torno al 42 %, apuesta por dar ayuda, aun reconociendo que debería ser imparcial. En general, el 85,9 % sostiene que la corrupción existe porque la Administración lo permite, fundamentalmente los Gobiernos, y un 60 por ciento opina que va en la naturaleza humana y que existirá siempre. A la hora de determinar qué es corrupción, más del 90 por ciento de los encuestados tiene claras conductas como que un político o un funcionario reciba dinero por recalificar terrenos, que un empleado público pida dinero a cambio de agilizar trámites o que se cobre el subsidio del paro teniendo trabajo o que un político contrate a sus familiares. Además, un 88,3 por ciento menciona que un político acepte regalos.
Imagen positiva de los 'indignados'
Y en contraste con esa percepción de los políticos y la corrupción, un 70,3 por ciento asegura tener una imagen 'positiva o muy positiva' de las actuaciones que los llamados 'indignados' han protagonizado en las plazas y calles de diferentes lugares de España, y apenas un 13 por ciento de los consultados dice tener una percepción 'más bien negativa o muy negativa'.
Siete de cada diez españoles asegura tener una imagen positiva del movimiento 15-M mientras la percepción negativa de los políticos alcanza su cota más alta, mencionados como el tercer problema del país en un 24,7 por ciento de los cuestionarios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para su Barómetro de Junio.
La encuesta se realizó en pleno auge del movimiento del 15M y con la resaca de las elecciones autonómicas y municipales, entre los días 2 y 9 de junio. El trabajo de campo se basa en 2.472 entrevistas personales realizadas en domicilios de 240 municipios de 47 provincias.
El paro, principal problema
El paro continúa siendo el principal problema del país según los españoles , manteniéndose ya nueve meses por encima del 80 por ciento de las respuestas. En concreto, en junio fue citado en el 82,6 por ciento de las entrevistas, un punto y medio menos que el mes anterior. En segundo lugar se mantiene la etiqueta de 'problemas de índole económica' en general, con un 47 por ciento, similar a sus registros de los dos meses anteriores.
La clase política se consolida como el tercer problema para el 24,7 por ciento de los entrevistados, más de dos puntos y medio que el pasado mes de mayo, que era el anterior récord. Además, son ya siete los meses en los que la preocupación por los políticos supera el 20 por ciento de las respuestas y 16 los meses consecutivos que se mantiene como tercer problema. Su antecedente es el 21,5 por ciento registrado en septiembre de 1995, en plena crispación de la última etapa del felipismo, pero entonces sólo fue un brote puntual, no la continuidad actual.
Y a la etiqueta de la clase política se puede añadir también el 6,9 por ciento que marca la corrupción y el fraude o el 4,6 por ciento que se engloba bajo el epígrafe de gobierno y partidos políticos, que también están en la tabla de los diez principales problemas del país pero detrás de la inmigración, la inseguridad ciudadana, o la vivienda, que experimenta un repunte y sube del 4 al 7,2 por ciento en un sólo mes, pasando del noveno al sexto puesto.
Para los españoles, la honradez es la primera cualidad que aprecian en los políticos (79,4 por ciento) y más lejos figura la eficacia (31,2 por ciento) o la preparación (28,7 por ciento). El 54,6 por ciento coincide con que lo más importantes es que los políticos cumplan las leyes, incluso si eso les hiciera ser menos eficaces. CGS