La familia de Franco intenta frenar su exhumación del Valle de los Caídos

Antes de proceder a la inhumación, hoy de lo que se habla es de "exhumación". El Gobierno, en palabras de Carmen Calve, sigue firme: "Estamos trabajando en los niveles administrativos, la decisión está tomada". Julio es el mes definitivo. Y fácil no va a ser. Ahora resulta que la familia, los siete nietos de Franco, han registrado ante notario la carta en la que informan al Vaticano de su negativa a que se muevan los restos del dictador. Lo hacen porque -aunque la jerarquía eclesiástica española no pone obstáculos- la basílica es cosa de la orden benedictina que responde solo ante el Papa. Al que trasladarían así, la última palabra.

Un obstáculo más en un proceso al que se añade ahora el nombre de Primo de Rivera. Con respecto al líder de la Falange, las intenciones del Gobierno se limitan a mover sus restos a un lugar no preeminente de la basílica.

Y una cosa más, el hecho de que el cuerpo de Franco esté embalsamado requiere para su traslado un "una autorización sanitaria" específica. De la Comunidad de Madrid. Gobernada por el PP.