La Generalitat guarda silencio tras mantener reuniones marcadas por las presiones internas

Desde primera hora de la mañana, Carles Puigdemont se reunía en el Palau de la Generalitat para abordar una jornada de reuniones no exenta de presiones internas: las que le piden que levante ya la suspensión y declare la independencia. Entre ellos, su vicepresidente Oriol Junqueras, que asegura estar totalmente de acuerdo con el mensaje de que ya “es hora de asumir el riesgo de la libertad”.

Junto al president, en la cita ha estado su equipo de Gobierno, diputados de JxSí, –algunos visiblemente enfadados a la salida–, e integrantes de la CUP, que le han transmitido lo que ya le habían comunicado por carta: que proclame la República catalana ante la amenaza de La Moncloa de aplicar el 155.

Lo mismo reclama, ante la ausencia de diálogo, la entidad soberanista Asamblea Nacional Catalana, también reunida hoy con Puigdemont, junto a Omnium Cultural.

No obstante, desde la Generalitat guardan silencio tras la reunión, mientras Artur Mas pone la pausa pidiendo dejar hacer sin exigencia de plazos. “Ni la CUP, ni ANC ni otra entidad preside el Gobierno de Cataluña”, dice, y asegura que para ser independientes es esencial el reconocimiento exterior. Unas palabras que levantan las sospechas de la CUP, que se pregunta “qué le habrán prometido para tratar así a los votantes”.

Así las cosas, se evidencian los desencuentros a poco más de dos días de que espire el plazo para responder a Rajoy.