Golpe en las cárceles españolas a la trata de personas y adoctrinamiento terrorista

El inicio de esta operación se enmarca en el exhaustivo análisis de la información y las averiguaciones que permitieron relacionar, varias operaciones llevadas a cabo entre 2014 y 2016 contra redes de narcotráfico que operaban en el Mediterráneo, con actividades vinculadas al respaldo de organizaciones terroristas yihadistas.

Las minuciosas investigaciones realizadas sobre estos individuos, aportan el hecho de la existencia de un entramado perfectamente estructurado y organizado, compuesto por una red de empresas dedicadas al transporte de mercancías por vía marítima, que contaban con embarcaciones registradas en navieras ubicadas en Siria y Turquía, que servían como tapadera de las actividades ilegales de la organización criminal.

Los cuatro investigados, que capitaneaban dichas embarcaciones, contaban con la máxima confianza desde el seno de la organización criminal y ejecutaban labores de control y supervisión, encaminadas a que el cargamento ilícito transportado llegara a su destino y que todo se desarrollase según la forma estipulada, constituyendo lo que en el argot delincuencial se denominan “notarios”.

Se ha constatado que este entramado de delincuentes se dedicó a labores de transporte de droga en aguas del Mediterráneo, principalmente con destino a Libia, con la finalidad de financiar y proveer a los grupos insurgentes en esa zona. Allí también realizaban intercambios de cargamentos de hachís por armas que luego eran destinadas a grupos terroristas que operan en la zona del Cuerno de África y en zonas de conflicto en Siria.

Estas embarcaciones se dedicaron también al tráfico de inmigrantes desde Siria y Libia hasta las costas de Europa, principalmente Grecia, Italia, Chipre y Malta, sirviendo también este tráfico de personas para financiar actividades terroristas, como así demuestran varías informaciones surgidas tras las pesquisas llevadas a cabo en esta investigación.

Esta operativa criminal la habían estado realizando desde 2012, coincidiendo con las crisis migratorias que se produjeron tras el estallido de las primaveras árabes en varios países Norteafricanos y de Oriente Medio.

Los investigadores, sobre la base de las informaciones examinadas en profundidad, han relacionado a individuos de este entramado criminal con el incidente ocurrido en 2015 en el que se interceptó en alta mar a la embarcación Ezzaden, que había sido abandonada a la deriva con 470 inmigrantes a bordo.