Cospedal y Santamaría, una relación de rencillas, disputas y desencuentros

La relación entre las ahora candidatas a suceder a Mariano Rajoy en el liderazgo del PP, Soraya Sáenz de Santa María y María Dolores de Cospedal, exvicepresidenta del Gobierno y exministra de Defensa respectivamente, desde hace años ha sido comentada por un evidente distanciamiento. Para ilustrarlo cabe rebobinar a la recepción del 2 de mayo. Cospedal se mostraba espléndida en besos. También lo hacía Soraya, pero, entre ellas… ni uno. Ni miradas ni palabras. Las dos mujeres más poderosas del PP, se mostraban separadas por una oportuna silla vacía que había dejado vacante el presidente madrileño.

Las cámaras captaban un enfrentamiento que era ya un secreto a voces. Mientras, Rajoy solventa la polémica a su manera: “Para mí ese tema es irrelevante y desconozco absolutamente esa situación”, dice. Pero su enemistad viene de lejos. En 2012, en el marco del viaje a la santa sede, la contracrónica de aquella visita habla de una bronca entre ellas a cuenta del código de vestimenta. Una fue avisada y la otra no. El resultado: cada una a su estilo.

Otro ejemplo lo tenemos yendo a una fecha más reciente, a abril de 2018, en el marco de la Convención Nacional del PP en Sevilla. La secretaria general del partido, María Dolores Cospedal, organiza una comida con Rajoy y los barones, llega la vicepresidenta del gobierno... le dicen que no está invitada.

La suya es una historia de disputas, rencillas, desencuentros... La historia de una lucha por acaparar la confianza de Rajoy. Él empezó a darles poder, –era 2008–, a una en el partido y a otra en el Congreso. Eran otros tiempos. Entonces sí había beso; cada una tenía su trono, pero hoy… luchan por el mismo.