El paracaidista español herido en Afganistán se encuentra bien

"El herido está francamente bien", ha afirmado el coronel Cebrián, que asegura que el paracaidista fue evacuado al hospital Role 2 de Herat "de muy buen humor" y así continúa. "Está fuera de peligro y en los próximos días regresará a España", ha explicado.

El caballero legionario paracaidista J.F.F, de 27 años y natural de Albacete, sufrió heridas en ambas piernas cuando se encontraba en una patrulla a pie, en el marco de una operación en la que los militares mantuvieron combates intermitentes con la insurgencia durante casi doce horas.

Fue intervenido quirúrgicamente en el hospital de la base 'Ruy González de Clavijo', a donde fue evacuado en helicóptero desde el lugar del combate, antes de ser trasladado también por vía aérea a Herat, donde continúa ingresado.

DIEZ INSURGENTES MUERTOS EN LUDINA

El convoy partió a las 4.00 horas del puesto avanzado de Ludina y una hora después comenzaron los hostigamientos, a los que inicialmente respondieron con el armamento pesado de los vehículos blindados, fusiles y morteros. En estos enfrentamientos, en los que las tropas españolas recibieron apoyo aéreo de aviones y helicópteros de ataque aliados, murieron al menos diez insurgentes y entre seis y ocho resultaron heridos.

El coronel Cebrián ha explicado que todavía no ha podido hablar con los paracaidistas que participaron en la operación, pero ha apuntado que, por su experiencia y teniendo en cuenta el caso anterior, cuando el 9 de julio resultó herido otro militar en un hostigamiento, imagina que los compañeros del herido se encuentran bien y animados.

"Asumen el riesgo y lo asumen con total sinceridad y sin darle excesiva importancia. Yo creo que además saben que se han impuesto y eso es bueno para su moral -ha explicado--. Siempre es positivo que la adecuada instrucción y adiestramiento de los miembros de la unidad evitara bajas mayores y el hecho de imponerse al enemigo causándole bajas siempre es bueno para la moral de la unidad".

De hecho, el jefe del contingente ha apuntado con ironía que ahora mismo deben estar "por decirlo de alguna manera, un poco inaguantables", aunque "se les pasará en los dos próximos días", dado el trabajo continuo que desempeñan.

Paralelamente a esta operación, militares del otro puesto avanzado de combate español, en Moqur, tuvieron que acudir también este miércoles en apoyo a militares afganos de un puesto de observación situado en la Ruta Opal, que sufrieron un ataque a primera hora por parte de insurgentes que se sirvieron de ametralladoras, fusiles y granadas.

Una unidad de reacción rápida salió de la base 'Rickets' para ayudar a los militares afganos, que también contaron con apoyo que hizo huir inmediatamente a los atacantes. Un oficial del Ejército afgano murió y otro sufrió heridos, mientras que en las filas de los insurgentes hubo al menos ocho muertos.