La posibilidad de un apoyo del PP a Patxi López centra el día después

En las elecciones celebradas ayer el PNV resultó ganador con 30 parlamentarios, seguido del PSE-EE con 24, el PP con 13, Aralar con 4, EA con 2 y EB y UPyD con 1, a la espera del recuento del voto extranjero, que podría dar a los socialistas otro escaño por Álava en detrimento de Eusko Alkartasuna.

Con estos resultados, Juan José Ibarretxe necesitaría el apoyo socialista para llegar a la mayoría absoluta de 38 escaños, mientras que Patxi López los podría lograr, además de con el PNV, con el PP y, en el caso de que finalmente el PSE se quede con 24 parlamentarios y no logre el vigésimoquinto, con UPyD.

Para analizar los resultados y posibles pactos todos los partidos vascos, excepto Ezker Batua, han reunido esta tarde a sus ejecutivas: el PNV, PSE-EE, PP y EA en Bilbao y Aralar en San Sebastián.

Ese posible acuerdo entre socialistas y populares, después de 30 años de gobiernos presididos por el PNV, se ha convertido en el principal punto de interés, excepto para EA y EB, cuyos malos resultados les han dejado con una situación interna muy difícil.

El primer paso para que se produzca lo ha dado la ejecutiva federal del PSOE al dar carta libre a López para que dirija las negociaciones en el País Vasco.

En público, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mostrado su total respaldo a López y ha considerado "muy afortunada y muy correcta" su afirmación de que está legitimado para liderar un cambio en el País Vasco y el vicesecretario general, José Blanco, ha abogado por un ejecutivo "en solitario" del PSE-EE.

Desde el PP, su presidente nacional, Mariano Rajoy, ha manifestado en Bilbao que su partido "cumplirá" lo dicho en campaña a favor del cambio en Euskadi y su presidente regional, Antonio Basagoiti, ha ratificado que están "para echar una mano y arrimar el hombro" en ese objetivo.

En la misma dirección se han pronunciado numerosos dirigentes nacionales y autonómicos del Partido Popular, desde Manuel Fraga y Ramón Luis Valcárcel a los populares navarros.

El PNV también tiene presente esa posibilidad y por ello su ejecutiva ha recordado que consiguió una "nítida victoria" en las elecciones, por lo que ya ha comenzado los contactos con el resto de partidos para mantener conversaciones sobre la constitución del Parlamento y el Gobierno.

El orden de esas negociaciones, que llevarán a cabo Iñigo Urkullu e Ibarretxe, será de mayor a menor representación, de forma que el primer encuentro será con el PSE-EE.

Ante la posibilidad de ese pacto PSE-PP, el senador nacionalista Iñaki Anasagasti, ha advertido al PSOE de que necesitan el apoyo del PNV en las Cortes Generales para reunir una mayoría y que lo perderían si López deja a Ibarretxe sin la presidencia del Gobierno Vasco.

El parlamentario electo de UPyD, Gorka Maneiro, cuyo voto será decisivo si el PSE-EE se queda en 24 escaños, ha defendido la formación de un gobierno constitucionalista y la presidenta de la formación, Rosa Díez, ha aseverado que por ellos "no quedará contribuir" a ese objetivo.

La candidatura de Ibarretxe para lehendakari ha recibido el apoyo de las formaciones nacionalistas, como Aralar, o del único parlamentario de Ezker Batua, que considera lógico que sea quien busque la formación del gobierno por ser el ganador de los comicios.

Al margen de la búsqueda de los votos para la "lehendakaritza", las elecciones de ayer han provocado la renuncia de Unai Ziarreta como presidente de Eusko Alkartasuna, que ha convocado un congreso extraordinario el próximo 4 de abril en Bilbao, y seguramente también tendrán consecuencias internas en Ezker Batua, a la que el coordinador general de IU, Cayo Lara, ha pedido una reflexión interna tras los "pésimos" resultados.