El gobierno y el Partido Popular insisten en negar tintes políticos en la prohibición. "Fútbol es fútbol. Y dejemos de politizar todas estas cosas", ha asegurado Sáenz de Santamaría. Pero la oposición les acusa de haber querido retorcer la ley con fines políticos. El fútbol y la política irremediablemente mezclados, algo que lamenta el líder de Podemos. "Creo que sería absurdo que a alguien le impidieran entrar a un campo de fútbol preguntándole por su ideología".