La visita de Angela Merkel se produce en un momento de intensa presión migratoria. España trata de resolver la incesante llegada de pateras a sus costas, mientras la xenofobia gana terreno en países como Italia y Austria. Merkel y Sánchez tienen una visión común y están de acuerdo en que se deben destinar más fondos a Marruecos para controlar la salida de embarcaciones hacia España y Europa.