El amargo primer aniversario como Presidente de Estados Unidos de Trump

Prometió en su investidura una nueva forma de gobernar y lo ha cumplido. En un primer año, el presidente ha pisado callos y se ha metido en polémicas. Con descalificaciones a toda voz crítica. Con una cascada de despidos fulminantes y dimisiones de colaboradores, algunos por el escándalo de la trama rusa, cuya investigación sigue abierta.

Y con manifiestas meteduras de pata, como su tibieza con los ultras racistas o el gesto de desprecio con los damnificados por el huracán María, cuyo impacto además minimizó. Lo suyo no es la diplomacia, lo avalan sus formas. Un claro ejemplo es la reciente referencia a algunos países países que los calificó como "agujeros de mierda". Además de la reversión de las políticas con Cuba e Irán y de la salida acuerdos como el del cambio climático. El primer año de la diplomacia Trump se ha destacado por el intercambio de insultos y amenazas con el líder norcoreano.

En materia interna, el presidente lo ha tenido difícil para cumplir promesas estrella como la contrareforma sanitaria o la política migratoria, aún así endurecida. En cambio, ha logrado la mayor rebaja de impuestos en 3 décadas, y la economía del país, con récords en Wall Street, funciona bien. Por otro lado, la tasa de paro es la más baja en 17 años.