Así se 'okupa' un hotel ilegal

La entrada se produce al amanecer, se busca la sorpresa. Las furgonetas de Greenpeace pasan a la zona del hotel a las 6 de la mañana. Nadie les da el alto. Los primeros minutos son fundamentales para el éxito de la acción. Cuanto antes estén instalados y encerrados, más complicado será que la Guardia Civil les eche.

El guardia de seguridad se cruza con los activistas. Les pide que se marchen, pero son demasiados para él. En pocos minutos, los ecologistas y nosotros estamos encerrados en la planta 8 de El Algarrobico. Las puertas de acceso a la zona se encadenan y se bloquean desde dentro. Ahora los miembros de Greenpeace preparan las habitaciones donde vamos a pasar varios días. Se barre y se limpia algo para evitar los peligros de una obra. El hotel está sin terminar y hay cascotes por todas partes.

Varias habitaciones para echar los sacos, una oficina simbólica, una cocina, una zona para las necesidades y un sala con internet a través de satélite; forman la zona ocupada. Lo activistas han traído agua y comida para resistir unos 5 días. No podrán salir a por más alimentos, correrían el riesgo de ser detenidos por la Guardia Civil.

Pronto las habitaciones están preparadas y empiezan las actividades reivindicativas. Se colocan varias pancartas y telas enormes en la fachada del hotel. 'A qué esperan', 'demolición ya', son algunos de los mensajes.

Pronto llega la hora de comer. Todo se cocina de forma ecológica. Se usan horno solares para cocinar los alimentos. 'Tarda un poco más que un horno normal, pero termina haciéndose', nos dice Estefanía, una de las activistas.

Dos baterías y placas solares son las encargadas de abastecer la zona de electricidad. Aunque sólo se usa por la noche porque es muy limitada. A la hora de dormir se hacen guardias para evitar sorpresas. Podría llegar la policía o , peor aún grupos anti-ecológistas en busca de enfrentamiento.

La noche pasa en calma, y a la mañana siguiente continúan las actividades. Es muy importante para ellos hacerlo pronto, e cualquier momento podrían ser desalojados.

Un mural de pintura a los pies del hotel, cierra la jornada. Son dibujos que denuncian el abuso urbanístico. La acción está siendo un éxito. Espectacularidad en los actos, y mucha difusión en los medios.

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