Fotos en los árboles en recuerdo por los ancianos caídos en el coronavirus y el horror puede volver
Las familias reconocen que no despedirse de ellos les marcará de por vida
El padre de Fernando fue músico y ebanista. Tenía 93 años y pese a su alzheimer, buena salud. Pero el coronavirus pudo con él en solo una semana. Como a todos los familiares, le queda el pesar de no haberse despedido. Antonia era la madre de Julio. Ambos fallecieron en la residencia de Alcorcón (Madrid). Ahora sus fotografías, junto al que fue su último hogar, pretenden recordar que fueron importantes para muchas personas que ahora viven el duelo de no poder haber dicho adiós, que no son solo un error, que no son una cifra más. No quieren que se olvide que merecían un final más digno, al menos el adiós de sus familiares, algo que ahora en muchos casos ya es factible.
El secretario general de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, Jesús Cubero, ha dicho que lo vivido en las residencias durante la pandemia "ha sido horrible" y ha pedido olvidarse de disquisiciones ideológicas para no volver a fallar a las personas mayores de cara a un rebrote.
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"No podemos permitirnos el lujo de que un rebrote nos pille discutiendo y sin coordinación. Lo ocurrido no puede volver a pasar", ha advertido Cubero en el Congreso, en la Comisión del Grupo de Trabajo Sanidad y Salud Pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.
Tras apuntar que hubo una cantidad "ingente" de protocolos de actuación en las residencias, que fueron fallando y se fueron modificando, ha dicho que le cuesta pensar que "ningún geriatra tome una decisión equivocada pensando que deja de proporcionar asistencia a nadie. Son decisiones que se toman en un momento delicado".
"Lo que nos toca ahora es rectificar, corregir el rumbo y tomar las medidas de cara al otoño, tenemos un posible rebrote a la vuelta de la esquina y les pedimos alturas de miras", ha pedido Cubero, quien ha subrayado que "los mayores necesitan que en estos momentos seamos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos. No les volvamos a fallar".
Cubero ha pedido sistemas de alerta temprana para afrontar un posible rebrote "a la vuelta de la esquina" y ha explicado que fueron las empresas las que tuvieron que solicitar a las comunidades autónomas que prohibiesen las visitas de familiares a las residencias. "Y nos costó en algunas comunidades tirar de los políticos para tomar ese tipo de decisiones", ha subrayado.
En cuanto a la falta de equipos de protección (EPI), ha dicho que es responsabilidad de las empresas y de las entidades que gestionan las residencias y no debe caer en las administraciones públicas, por lo que ha considerado que la patronal debe ser madura y hacer bien su trabajo, aunque ha reconocido la dificultad en una situación como la que se dio en marzo con un mercado saturado.
"Si los grandes grupos tuvieron problemas para acceder a este tipo de materiales no quieran imaginarse lo que se vivió en algunas pequeñas, era prácticamente imposible", pero ha considerado que aun se está a tiempo de hacer plan de contención para que se disponga de un "stock".
Ha defendido la colaboración sociosanitaria y ha exigido planes de contingencia individualizados aprobados y visados por cada comunidad autónoma que permitan hacer test de forma masiva a todos los residentes y profesionales y saber de forma inmediata en caso de rebrote cómo se va a atender, con qué medios y en qué hospital.
Ha asegurado que de momento no hay acuerdo para el uso de las PCR en caso de rebrote, pero el sector está trabajando en ello con las comunidades autónomas, que son "sobre las que recae la responsabilidad".