El Ministerio de Defensa ha emitido un comunicado reconociendo que hubo discriminación en el caso de Estela Martín, una mujer que aspiraba a conseguir una plaza de psicóloga militar en una oposición. Y es que fue aparta del proceso porque llevaba un tatuaje, algo que no hubiese sido un problema si hubiese sido un hombre.
Ahora, aunque se alegra de ser la impulsora del cambio, siente tristeza por no poder disfrutar de su turno. De este modo, aunque la nueva normativa llega, se aplicará en la próxima convocatoria, cuando Estela tendrá más de 30 años y no podrá presentarse.